Compártelo con tus amigos:

El Gobierno dará facilidades para que las aerolíneas extranjeras utilicen el aeropuerto de Manta como puerto de interconexión para la región y el mundo.

Así lo anunció este lunes 5 de diciembre del 2022 el Presidente Guillermo Lasso, durante la inauguración de la remodelada terminal aérea.

El Primer Mandatario aseguró que junto con los sectores empresariales del país buscará al mejor aliado estratégico para que opere el aeródromo.

La terminal aérea se reconstruyó con una inversión de 27,7 millones de dólares. El monto fue conseguido gracias a un proyecto de cooperación con China, explicó Lasso.

El aeropuerto General Eloy Alfaro está ubicado muy cerca de la ciudad de Manta, en la provincia de Manabí, y ha sido considerado desde hace varios años como una terminal con características para convertirse en un gran centro de interconexión aérea para Suramérica.

Aeropuerto de Manta conectará con el mundo

“Hoy no sólo entregamos una terminal aérea. Es hora de conectar a Manabí directamente con el mundo”, aseguró Lasso en el acto de inauguración.

Durante esa ceremonia, las autoridades precisaron que el manejo de la terminal pasará a concesión. Para aquello se ha creado un Comité Interinstitucional con representantes de las cámaras de empresarios de Manabí.

El gobernante aseguró que otro de los objetivos es activar la terminal aeroportuaria con la mayor cantidad de frecuencias posibles.

Lasso se comprometió en brindar todas las facilidades posibles a las aerolíneas nacionales y extranjeras que tengan interés en usar el aeropuerto de Manta.

También agradeció al Gobierno chino por el apoyo en la reconstrucción de dicho aeropuerto. Dijo que la cooperación del gigante asiático ha permitido concretar y dar prioridad a proyectos que buscan el beneficio de la ciudadanía.

De su lado, el embajador de China en Ecuador, Chen Guoyou, reafirmó la voluntad de su país por llevar adelante los acuerdos alcanzados por los mandatarios de ambos países, Lasso y Xi Jinping, durante un encuentro que mantuvieron en Pekin en febrero pasado. EFE