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En las zonas de Correagua, Rocafuerte y Charapotó, por estos días predominan los colores verde y amarillo de las plantaciones de arroz.

Vicente Delgado trabaja en una extensión de doce hectáreas, donde ya sacaron la cosecha y están aprovechando la soca (rebrote de la gramínea) que ha quedado, pues con eso tendrán una cosecha menor.

A esas plantaciones les empezaron a colocar urea y esperan que en diciembre esté esa última cosecha, porque por el fenómeno El Niño, la propietaria del terreno no se arriesgará a sembrar.

“De allí ya no se siembra hasta marzo o abril (del 2024) por el temor al fenómeno”, expresa Delgado.

Ese temor lo sienten porque con El Niño del 97-98, todos los terrenos de esta zona quedaron bajo el agua.

Delgado dice que en esos años se perdieron todas las plantaciones de arroz porque es una zona inundable.

Por eso, manifiesta que muchos agricultores no volverán a sembrar, aunque en su caso, se podría arriesgar a sembrar en una cuadra de terreno que tiene. “Si pierdo, pierdo poco”, comenta.

De acuerdo a un estudio de la Escuela Superior Politécnica del Litoral (Espol), basado en datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), durante El Niño del 98, los cultivos más afectados fueron los de caña de azúcar, banano, café, cacao, arroz y maíz duro.

La superficie de los principales cultivos afectados fue de 603.306 hectáreas (ha) y el 55 % de ellas (331.818 ha) correspondió al arroz y maíz duro. La mayor cantidad de áreas arroceras afectadas en ese año, se registró en Los Ríos y, de maíz duro, en Manabí.

Daños por El Niño en sembríos de arroz

Freddy Aguirre, presidente de la Junta de Agua Correagua – San Silvestre, señala que en estas zonas siembran alrededor de 900 hectáreas de arroz, pero por temor al fenómeno natural se podría reducir en un  50 %.

Cree que eso podría ocurrir en todo Manabí.

En el 2022, a escala nacional la superficie plantada de arroz fue de 343.061 hectáreas y se cosecharon 1’561.271 toneladas. Guayas, Los Ríos y Manabí, son las que más producen esta gramínea y abastecen a todo el mercado nacional.

En Manabí, la superficie plantada alcanza las 18.538 hectáreas y la producción del año pasado fue de 76.784 toneladas. Si los agricultores siembran menos, no saldrá la misma producción.

“Si se da el fenómeno, se va a ver reducida la producción”, precisa Aguirre, quien calcula que si eso ocurre, podría haber desabastecimiento desde febrero del 2024, pues por ahora está saliendo el 20 % de la cosecha, mientras que el restante saldrá hasta enero, si las lluvias lo permiten.

Aguirre confía en que toda la cosecha de este año salga para abastecer los mercados, como ocurre todos los años. “Dios quiera que no se dé el fenómeno El Niño, porque nos quedaríamos sin trabajo, sin producir la tierra, que es nuestro sustento”, indica, y agrega que ese no es el único temor que tienen, pues también se quedarían sin semillas para volver a sembrar.

Por eso, el dirigente espera apoyo del Gobierno para que impulse un programa de dotación de semillas. “Al haber pérdida nos vamos a quedar sin semillas, porque todos los cultivos no van a producir”, indica.

Sube el precio del arroz

En los mercados, el precio del quintal de arroz bordea los 50 dólares, mientras que los agricultores lo comercializan entre 46 y 47 dólares.

Ketty Zambrano, propietaria de la piladora Bermúdez, en Charapotó, menciona que a diferencia de otros años las bodegas están vacías porque hubo escasez de arroz y fue lo que “disparó” los precios.

“El arroz que compramos es para cumplir los compromisos adquiridos de nuestros clientes”, señala Zambrano, quien considera que el precio empezará a bajar porque recién  está saliendo la cosecha y está llegando el importado de Uruguay, aunque según menciona, no tendría la misma calidad.