Manabí es una de las provincias donde más casos de desnutrición crónica infantil se registran en el Ecuador.
Esto según datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut), realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).
Según esta encuesta, en Manabí existe un registro de entre el 28 y el 33% de niños con desnutrición crónica infantil.
Dentro de estos mismos parámetros se encuentran las provincias de Cañar, Carchi, Imbabura, Galápagos, Sucumbios y Azuay.
Según las cifras de Ensanut las provincias de Tungurahua, Chimborazo, Santa Elena, Cotopaxi, Bolívar y Pastaza registran más casos de desnutrición crónica con más del 34%.
Estas cifras se reflejan principalmente en menores de dos años, en Ecuado
Cada vez llegan más niños a los consultorios médicos con el mismo mal: desnutrición crónica infantil.
Esto conlleva también problemas de aprendizaje, dificultades para insertarse en diversos escenarios a corto y largo plazo.
El pasar en casa, confinados, por la pandemia del covid-19 aumentó los casos y también empeoró los cuadros.
Antes de la pandemia, en Ecuador ya se había incrementado el porcentaje de menores de dos años con desnutrición crónica.
De 24,8% que era la cifra en el 2014 se pasó a 27,2% en el 2018, exponen los datos de la Ensanut).
Uno de cada cuatro niños menores de cinco años en el país presenta desnutrición crónica, se informó.
Ecuador ocupa el segundo lugar en desnutrición crónica infantil en menores de cinco años en Latinoamérica, detrás de Guatemala.
Así lo detalla un informe de la Comisión Económica para América Latina (Cepal), de las Naciones Unidas.
Solo la malnutrición en Ecuador representa un costo de hasta el 4,3% del Producto Interno Bruto (PIB), refieren agencias del sistema de Naciones Unidas, Unicef.
La cifra sale de un estudio sobre el impacto social y económico de la doble carga de la malnutrición en Chile, Ecuador y México (liderado por el Programa Mundial de Alimentos).
Para Adrián Díaz, representante interino de la OMS/OPS en Ecuador, hablar de desnutrición no es referirse únicamente a la ingesta de comida.
La desnutrición se ve físicamente en el retraso del crecimiento en talla que no se resuelven solo con un programa de alimentos.
Para aquello hay que trazar una política pública de manera horizontal y vertical.
Allí se deben involucrar y trabajar de manera articulada varios ministerios, dependencias del Estado, gobierno central y demás.