La rotura de un oleoducto petrolero en un sector de la Amazonía ecuatoriana afectado por un proceso de erosión del suelo, generó este viernes un vertido de crudo en una quebrada, lo que ha generado preocupación en la población.
La empresa privada Oleoductos de Crudos Pesados (OCP) confirmó que la avería se produjo en el sector del río Piedra Fina, en la zona de San Luis (provincia de Napo), donde se ha registrado un proceso de erosión regresiva natural y un socavón de tierra, un fenómeno que obligó a cambiar la dirección de varias tuberías de transporte de petróleo y derivados.
La empresa OCP indicó que el percance se produjo luego de la caída de rocas sobre la tubería en una zona cercana al volcán Reventador, que mantiene una actividad eruptiva permanente.
Aclaró que el vertido ya ha sido controlado y que el sitio de la rotura del OCP no se encuentra directamente expuesto a los ríos que atraviesan por la zona.
La firma no precisó el volumen del vertido pero aclaró que trabaja para evitar que la contaminación alcance fuentes de agua.
El gerente de operaciones de OCP, Roberto Grijalva, aseguró en un comunicado de su empresa que “se han dispuesto todas las medias correspondientes para precautelar (proteger) cualquier daño ambiental y para ello ha dispuesto todos los recursos necesarios para cumplir con dicho compromiso”.
Asimismo, dijo que la firma trabaja conjuntamente con el Gobierno nacional y las autoridades locales de la provincia amazónica de Napo, donde se produjo la avería.
El pasado 6 de enero, el Gobierno ecuatoriano había levantado la causa de “fuerza mayor” que había aplicado el 12 de diciembre para suspender las exportaciones de crudo, por trabajos en dos oleoductos amenazados por el fenómeno de erosión natural.
Dicha resolución se expidió una vez que el estatal Sistema de Oleoducto Transecuatoriano (SOTE) y el privado OCP retomaron las operaciones, tras concluir la construcción de variantes en el tendido de la tuberías por la zona.
El OCP, con una capacidad de transporte de 530 mil barriles diarios de crudo, es similar al SOTE, con el que viaja paralelo desde los campos de producción en la Amazonía hasta los puertos de embarque en la costa del océano Pacífico, con un recorrido de unos 500 kilómetros.
El proceso de erosión regresiva en la zona del volcán El Reventador, por donde pasa el río Piedra Fina, se empezó a registrar en 2020 y desde entonces Petroecuador y OCP han construido algunas variantes para reconducir la tubería.
Con una producción diaria de unos 530 mil barriles, en condiciones normales, Ecuador tiene en la exportación petrolera a una de sus principales fuentes de ingreso de divisas y de financiación de su presupuesto estatal. EFE