El principal organismo representativo del movimiento indígena ecuatoriano, la Conaie, exigió este miércoles al presidente Guillermo Lasso medidas para paliar la crisis de los sectores más empobrecidos del país y frenar la abrupta subida de los combustibles estos últimos meses.
En una conferencia de prensa, Leonidas Iza Salazar, presidente de Conaie, exigió cuatro medidas urgentes en un documento que, dijo, trasladará a la Presidencia hoy mismo para obtener respuesta antes de la asamblea ampliada del próximo martes de su organización.
Entre ellos está la derogación de varios decretos relacionados con la importación de combustibles, regulaciones de mercado y la fijación de precios, que en los últimos meses han generado un fuerte alza de hasta el 18 % debido a un sistema oscilante.
“En estas condiciones es imposible sostener una economía, sobre todo para la población que no tiene acceso a un puesto de empleo”, se quejó Iza, de los líderes más enérgicos del movimiento indígena.
Y aseguró que se ha producido con ello un incremento del precio “de los productos de primera necesidad” y “un proceso de especulación en el mercado”.
El intento del Gobierno anterior de Lenín Moreno de suspender los subsidios a las gasolinas generó en octubre de 2019 una revuelta social que acabó con la vida de al menos 6 personas, causó heridas a alrededor de 1.500 y ocasionó pérdidas por unos 800 millones de dólares.
Entonces, Moreno debió dar un paso atrás, pero meses después aprobó un decreto que dejaba el precio del combustible en un sistema de bandas que ha acabado provocando una alza arrastrada por el mercado internacional.
Iza, uno de los líderes indígenas al frente de esa revuelta social, sostuvo este miércoles que esta especulación ha generado rentabilidad a “los diferentes grupos económicos que producen productos industrializados” y “trasladado la crisis, de forma directa o indirecta, a los sectores que no tenemos empleo, a los más empobrecidos”.
Porque los precios de la agricultura nacional siguen bajos y el rendimiento no da ni “para recuperar los costos de inversión”.
Sin “amenazas” por el momento, según aclaró el dirigente en la rueda de prensa, la Conanie también instó a resolver la “ampliación de política minera” en “ecosistemas sensibles (..) de donde sale el líquido vital (agua) que garantiza la alimentación de los ecuatorianos”.
“Se debe privilegiar -demandó- la economía que sabemos hacer los ecuatorianos: agricultura, ganadería y turismo”.
Desde hace unos años, Ecuador ha abierto varios proyectos mineros a gran escala para fomentar la liquidez nacional, en una grave crisis desde 2019, desatando las protestas de grupos indígenas y ecologistas que exigen el derecho a consultas populares en cada caso.
También, exigió la reestructuración de la deuda en el sistema financiero nacional: “En 2020 enfrentamos una pandemia con secuelas económicas muy graves, pero ese mismo año el sistema financiero ganó 233 millones en utilidades netas ¿Cómo es posible que los campesinos no podemos pagar una deuda, pero ellos han tenido premio económico?”.
Por ello, y recordando el pasado bancario del actual presidente, accionista del Banco Guayaquil, exhortó a recuperar miles de millones de dólares que “no están siendo pagados por los diferentes grupos económicos”.
“La única forma de salir o reducir la crisis a nivel de los estados, es reduciendo la brecha de la desigualdad”, sostuvo entre sus llamamientos a Lasso.
Las advertencias de crisis social también las ha planteado el Frente Unitario de Trabajadores (FUT), la mayor central obrera de Ecuador, que ha convocado a una movilización nacional el 11 de agosto en protesta por la carestía de la vida y por la derogación del decreto que incrementa el precio de los combustibles. EFE