La lista de irregularidades en las cinco cárceles de Guayaquil es larga.
Tras la masacre de 118 presos, en septiembre pasado, se detectaron al menos 47 fallas en el mayor complejo penitenciario del país.
Todas estas observaciones reposan en el informe de la Comisión de Soberanía y Seguridad Integral de la Asamblea Nacional.
Los legisladores que conforman ese organismo visitaron cada uno de los centros penitenciarios de Guayaquil para elaborar el documento.+
descubrieron que las llaves de cada pabellón las tienen los privados de libertad.
Por eso, las autoridades “tienen miedo” de ingresar a las celdas, pues esa cárcel no cuenta con cámaras de seguridad en funcionamiento.
Los inhibidores de señal tampoco están operativos y apenas hay un chaleco antibalas para las autoridades.
En la estructura de la cárcel están las huellas de los enfrentamientos de bandas narcodelictivas como Los Choneros, Los Lobos y Los Tiguerones.
En las paredes de las oficinas administrativas hay hoyos de los proyectiles de las armas de fuego que utilizaron los detenidos en la última masacre.
Informes del Servicio Nacional de Personas Privadas de Libertad (SNAI) y de la Policía también confirman esta realidad.