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El precio del aceite y otras grasas se disparó desde febrero, y los consumidores buscan opciones de ahorro.

El aceite de girasol, que en febrero estaba por los 2,80 dólares, ha ido incrementando su valor, al punto que ya se vende en algunos supermercados a $6,50.

Este es el aumento más evidente que se refleja en todas las marcas, incluidas las más populares. Sin embargo, el precio de la manteca también ha aumentado.

Jacqueline Ruiz, del comedor Paola El Chinito, del mercado central de Portoviejo, contó que usaba aceite La Favorita, pero como pasó de costar 2 a 3,50 dólares, optó por reemplazarlo por aceite Criollo, que vale menos. Así evita cargar el incremento en el costo del almuerzo y secos que vende, señaló.

Uno de los detonantes para el incremento fue la guerra entre Rusia y Ucrania, que inició en febrero, pues este último país es el mayor exportador de girasol en el mundo, indicó Emilia Cañarte, del comisariato Mi Comercio, quien pidió que el control de las autoridades empiece desde las fábricas, “pues el producto ha bajado el gramaje y ha subido el precio en las diferentes presentaciones”.

“Hasta febrero vendíamos un aceite más popular de un litro en 1,60 dólares y se incrementó a 2,50 y ahora cuesta 4 dólares. Es preocupante porque los productos, aparte del incremento en su PVP (precio de venta al público), están teniendo reducción en su contenido, debería decir que es doble la subida”, afirmó.

La comerciante mencionó que “hay algunos motivos del incremento, pero de lo que sí estamos seguros es que no hay ningún control, más que nada a las fábricas. El control es más bien al comercio, cuando uno lo que hace es comprar, tener una pequeña utilidad y poder mantener su negocio”