El llanto desgarrador de Galo Rivera conmovió a los vecinos de las calles Ignacio Ibarra y Pacífico Gordillo de Ventanas, donde funciona un taller.
Mientras se aferraba al cadáver de su hijo, José Francisco Rivera Altamirano, de 29 años, asesinado a balazos, clamaba a Dios por su vida.
“¿Por qué? Hijito mío, levántate!”, exclamaba ante la desgracia de la que fue testigo.
Sicarios a bordo de dos motos llegaron al taller de electricidad y automotriz de José Francisco y lo balearon.
Además de él, también murió Holmes Alexander Vera Luna, de 23 años, y otros cuatro hombres resultaron heridos, todos clientes.
En medio del dolor por la fatalidad, Galo Rivera contó a los policías que en el momento del ataque armado él se encontraba almorzando en la casa de su hijo; de pronto llegaron cinco hombres en un auto remolcando otro vehículo.
Uno de ellos fue Holmes Alexander Vera Luna, él junto a sus otros acompañantes pedían que les reparen el vehículo, que tenía alguna falla eléctrica.
José Francisco llevaba al menos media hora atendiendo a sus clientes cuando al sitio arribaron los criminales y, sin pronunciar palabra alguna, apuntaron contra los presentes y detonaron sus armas de fuego.
El reporte policial detalla que José Francisco tenía quince heridas de bala: dos en la cabeza, cuatro en el brazo izquierdo, otras dos en el abdomen, dos más en el brazo derecho, en la pierna, además otros tres disparos; mientras que Holmes Vera falleció a causa de cinco balazos, la mayoría en la cabeza.
Tras cometer el doble crimen, los sicarios escaparon del sitio.
Los vecinos del sector alertaron a la Policía de lo ocurrido y ayudaron a trasladar a los heridos hasta el hospital Jaime Roldós Aguilera.
Los afectados fueron identificados como Widison Javier C. (22), Hugo Armando S. (54), Joffre Danilo S. (29) y Diego Josué N. (21); este último permanece en estado crítico debido a heridas de bala en su abdomen y espalda.