Rufina Ibarra, de 70 años de edad, y Juan Ramón Portillo, de 27, se juraron amor eterno ante más de mil personas.
Su unión representa el sello de un amor donde la diferencia de edad no es un impedimento para vivir una historia romántica.
La celebración se llevó a cabo el pasado viernes en el departamento de San Pedro, en Lima, Perú.
“Es grande la diferencia de edades, pero en el amor no hay edad. Nos llevamos muy bien, nos queremos mucho, estamos juntos hace siete años. Dios me envió este muchacho tan bueno”, contó Ña Rufi, como le dicen de cariño.
La boda fue promocionada en varios medios de comunicación y contó con más de 1.000 invitados.
Familiares y amigos de la pareja, influencers, gente de la prensa fueron los invitados especiales a la celebración.
Juan llegó a bordo una camioneta todoterreno, decorada con globos verdes.
Hizo un recorrido por las calles de la ciudad de Lima, saludando a todos a su paso.
Luego de intercambiar los anillos y dar el primer beso como marido y mujer, Rufina y Juan bailaron el tradicional vals.
Los presentes acompañaron el emotivo momento con calurosos aplausos.
Antes de la gran ceremonia civil, Rufina había manifestado que estuvo sola durante nueve años hasta que el amor volvió a tocar su puerta.
Se conocieron cuando ella era locutora de radio y Juan pidió su número de teléfono.
Mensajeaban constantemente y el joven le mandaba sus fotografías.
Luego de un mes, fue a visitarla y 30 días después de aquel encuentro, ya fue a vivir con ella.
Rufina aseguró que no existe ningún interés económico por parte de su pareja, porque los dos son humildes.
Ambos trabajan vendiendo ropas usadas, entre otras cosas.