El balance de muertos a causa del terremoto de magnitud 6,8 en la escala abierta de Richter que sacudió el lunes la provincia de Sichuan, en el suroeste de China, ha ascendido a cerca de 90, según han confirmado este viernes las autoridades del gigante asiático.
Los equipos de rescate han confirmado 50 fallecidos en el condado de Luding, en la Prefectura Autónoma Tibetana de Ganzi, así como 38 fallecidos en el condadi de Shimian, situado en la ciudad de Yaan, tal y como ha recogido la agencia china de noticias Xinhua.
Asimismo, el terremoto ha dejado más de 400 heridos, once de los cuales se encuentran en estado crítico y 38 en estado grave, así como alrededor de 30 desaparecidos, por lo que no se descarta que el número de muertos pueda aumentar durante los próximos días.
El epicentro se ubicó a 39 kilómetros del condado de Luding, al oeste de la provincia de Sichuan, a 47 kilómetros de la ciudad de Kangding y a 226 kilómetros de la ciudad de Chengdu, la capital de la provincia de Sichuan, según el Centro de Redes Sismológicas de China (CENC).
El presidente de China, Xi Jinping, ordenó el lunes destinar todos los esfuerzos de rescate necesarios para tratar de evitar que la cifra de fallecidos siga aumentando y abogó por supervisar las réplicas del seísmo, protegerse ante posibles futuros desastres naturales derivados del terremoto, y acomodar a los afectados, para lo que ordenó al Ejército y la Policía que ayuden de forma “activa” en las labores de socorro.