Cada persona es única y, por lo tanto, sus necesidades estéticas también lo son. Reconócelas y elige un tratamiento facial adecuado.
Antes de embarcarte en cualquier tratamiento estético o cosmético, es crucial que comprendas tus requerimientos y objetivos personales, pues una buena elección es fundamental para lograr los resultados deseados.
Karen Sánchez, dermocosmiatra y propietaria de un centro estético integral, señala que antes de decidir qué tratamiento es el adecuado, se debe evaluar al paciente.
En el caso de que sea el rostro la zona a tratar, es indispensable identificar el tipo de piel, si es áspera o deshidratada.
“Se requiere un diagnóstico para recomendar el procedimiento correcto”, señala Sánchez.
Entre los tratamientos más requeridos en el rostro se encuentran la limpieza facial profunda, peeling, dermaplaning y dermapen, los cuales requieren un desarrollo adecuado, se explica.
Asimismo, la también asistente de medicina estética destaca que cualquier cambio estético que se quiera realizar, debe estar en manos de un profesional capacitado.
El tratamiento facial depende la edad
Por otro lado, en procedimientos más específicos, como el uso de bótox y ácido hialurónico para corregir imperfecciones o dar volumen a cierto detalles faciales, se toman en cuenta otros factores adicionales, el más destacado de ellos es la edad, según comenta Raúl Banegas, cirujano plástico especialista en estética a Infobae.
De 20 a 30 años, lo ideal es apostar por tratamientos de calidad de piel y prevención de signos de la edad, con la ayuda de toxina botulínica en dosis reducidas. Aquí recalca que la clave está en las proporciones, sobre todo cuando se aplica en los labios.
Frente a las modas, el consejo del especialista es ir de menos a más, para mayor seguridad y comodidad.
En la franja de 30 a 40 años, las mujeres ya buscan disimular las arrugas y líneas de expresión, algo parecido a la anterior fase, pero en este renglón con una dosis mayor.
Por último, a partir de los 40 años es esencial una buena evaluación para ver un plan de tratamiento para la armonía facial.
Por ejemplo, en la mirada muchas veces se va perdiendo el contorno. También se trata el tercio inferior facial para enmarcar el rostro. Pero, de nuevo, siempre la clave será consultar, tener un diagnostico e ir de menos a más, se aconseja.