La búsqueda de acuerdos entre el Gobierno y algunas organizaciones de la sociedad es un paso positivo que, sin dudas, abonará a favor de la tranquilidad del país que enfrenta un clima de crisis social y enfrentamiento político.
Luego de las últimas manifestaciones contra las políticas gubernamentales, líderes indígenas, sindicales y de otros grupos que sostienen una postura contraria al régimen aceptaron una invitación al diálogo, que inicia hoy en el Palacio de Carondelet.
Es positivo porque el país no puede retornar a los niveles de caos y violencia que vivió hace dos años, y porque en la crisis que atraviesa es mejor tender puentes y buscar consensos que cambien la incertidumbre por tranquilidad. Y esto, a su vez, debe mejorar el ambiente de confianza que tanta falta hace para fortalecer a Ecuador en todos los sentidos.
“Ecuador no puede retornar a los niveles de caos y violencia que vivió hace dos años”.
Pero hay que ceder posturas. No puede haber acuerdos si no hay transigencia, si las partes se aferran a espacios ideológicos o si lo que se persigue no es, precisamente, el beneficio común.
Es de esperar que el diálogo diluya la amenaza del caos y la innecesaria confrontación. En democracia es saludable disentir y, de ser el caso, resistir frente a decisiones políticas que pueden considerarse injustas. Pero también es beneficioso dialogar, pues siempre se pueden perfeccionar las cosas.
Editorial de El Diario publicado este miércoles 10 de noviembre del 2021 en nuestra edición impresa.