Los silos que pertenecieron a la desaparecida Empresa Nacional de Almacenamiento y Comercialización (Enac) llevan varios años abandonados, convertidos en activos públicos con nulo beneficio, por lo que es necesario que el Gobierno diseñe un plan para su uso.
Se trata de enormes estructuras destinadas al almacenamiento de granos, como el maíz. En el caso de Manabí, los hubo en Portoviejo, Tosagua y El Carmen, pero estos últimos fueron trasladados a otra provincia.
Antes del terremoto del 2016, a través de empresas públicas se compraba el grano para almacenarlo, con lo que se mejoraban los precios. Ahora, los agricultores no tienen dónde guardar su producción, por lo que se ven obligados a venderla a precios bajos y sin garantía.
“Los agricultores se ven obligados a vender su producción a precios bajos”.
Es incomprensible cómo los gobiernos anteriores no tuvieron un plan efectivo para rehabilitar y utilizar los silos, incluso después de haber recibido solicitudes del sector productivo, de asociaciones de maiceros, para que se les entregue estas estructuras a modo de alguna figura legal como concesión o comodato.
Los productores padecen por los precios bajos, ocasionados por la abundancia y el contrabando, pero el Estado prefiere mantener los silos en un progresivo deterioro, sin utilidad para nadie. Se requiere, entonces, un plan para recuperar los silos y volver a hacerlos útiles para los productores.
Editorial de El Diario publicado este martes 20 de julio del 2021 en nuestra edición impresa.