La reducción de la carga impositiva a la importación de automotores debe ser tomada como una medida de sinceramiento fiscal, paralela a la liberación de los precios de los combustibles.
En Ecuador, quien desee tener un carro nuevo tiene que pagar precios elevados, muy por encima de los que rigen en países vecinos como Colombia y Perú. En ocasiones, los impuestos sobrepasan el valor del vehículo en puerto, aparte de otros gastos en que se tiene que incurrir durante el proceso de compra.
Con la modernización y el incremento de la necesidad de movilización, los carros pasaron a convertirse en bienes necesarios. Por ello, debería eliminarse una serie de cargas que se aplican a objetos de lujo o cuyo consumo se grava porque representa un riesgo para las personas.
“En Ecuador, quien necesite comprar un carro nuevo debe pagar siete impuestos”.
En la actualidad, quien necesite comprar un carro nuevo en Ecuador debe pagar siete impuestos, entre ellos el que se aplica a los consumos especiales, a la propiedad de los vehículos motorizados y los aranceles.
No existe una reducción de impuestos, a pesar de que también liberó el precio de los combustibles. El Gobierno debería proyectar medidas compensatorias para no castigar a quienes por necesidad personal o de su actividad económica necesitan movilizarse. Bien podría ser en la disminución de la carga de impuestos.