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Por un baño de verdad y por el bien de la discusión pública, es necesario que se conozcan los nombres de los asambleístas que, según el Presidente de la República, Guillermo Lasso, acudieron al Palacio de Carondelet o contactaron a líderes del Ejecutivo para pedir cargos públicos o dinero a cambio de su voto a favor de las leyes propuestas por el Gobierno.

Este irregular manejo político no es nuevo. Con frecuencia se ha hablado de figuras como el hombre de maletín o de lobistas que negocian acuerdos, de parte y parte.

Pero en esta ocasión, el mandatario ha hecho una denuncia pública y falta conocer los nombres para que la Fiscalía inicie las investigaciones que considere oportunas; además, para que los ciudadanos conozcan el proceder de los elegidos para representarlos.

“Que no quede como un cruce de versiones y un chisme político”.

El único nombre que el Presidente dio es el del excandidato presidencial Xavier Hervas, por lo que la Fiscalía y el Servicio de Rentas Internas deben investigar para probar o desmentir su certeza. En cualquiera de los casos, el país necesita explicaciones.

Las denuncias que ha hecho Lasso hablan de acciones que podrían configurar delitos.

Hay que pasar de la denuncia pública para que no quede como un cruce de versiones y un chisme político que, aunque grave, no deja consecuencias.

Editorial de El Diario publicado este sábado 26 de marzo del 2022 en nuestra edición impresa.