Una vez que los gobiernos autónomos descentralizados inician un nuevo período administrativo y político, es preciso recordar a las autoridades que la prioridad debe ser la atención de las necesidades de la población.
No tiene sentido que se designe a los representantes de una comunidad para que, una vez posesionados, se desentiendan de los problemas del conglomerado.
Y que ya electos trabajen en beneficio propio o de sus grupos cercanos, sin ser gobiernos que den prioridad a la población.
Tampoco es justo que, en lugar de planificar para mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos, se enfrasquen en luchas por el poder que terminan por afectar a todos.
Un ejemplo es lo que se ha observado en la Asamblea Nacional, el Ejecutivo y también en el Consejo de Participación Ciudadana.
“Se precisa que imperen condiciones de equidad, transparencia y trabajo denodado”.
Se requieren normas para mejorar las condiciones de vida, optimizar el gasto público.
Además hacer eficiente la administración e impulsar el desarrollo, y para esto es necesario el concurso de todos.
Se precisa que imperen condiciones de equidad, transparencia y predisposición a hacer las cosas bien, con trabajo denodado.
Los ciudadanos merecen autoridades competentes y decididas a trabajar por ellos.
Lo otro será un dispendio de recursos y un retroceso en las potencialidades de desarrollo.
Editorial de El Diario publicado el lunes 15 de mayo del 2023 en nuestra edición impresa.
