Dónde son más felices las personas, en el campo o en la ciudad? No hay una respuesta correcta a esta pregunta, porque la felicidad depende de cada persona. Sin embargo, cada vez hay más interés del mundo académico por tratar de entender qué nos hace felices y usar esa información para mejorar las políticas públicas. De hecho, países como Bután son conocidos por utilizar la felicidad, como medida de desarrollo, en reemplazo del Producto Interno Bruto. La curiosidad que despiertan los estudios sobre la felicidad y su relación con el progreso de las naciones hizo que este año el Instituto de la Tierra de la Universidad de Columbia lanzara el octavo Informe de Felicidad Mundial, que se basa en encuestas realizadas en 156 países. Uno de los capítulos explora si las personas son más felices en el campo o en la ciudad. Tradicionalmente, el campo y la ciudad han sido vistos como opuestos, pero la verdad es que dependen y se complementan uno con otro. El estudio encuentra que, en general, los niveles de felicidad son más altos en las ciudades. Allí, la felicidad va creciendo en la medida en la que crecen los ingresos; pero en determinado momento, se estanca y desciende. Tam