Las instituciones del Estado deben tomar una resolución sobre el destino de sus predios afectados y abandonados a raíz del terremoto.

Si bien las condiciones del edificio del Ministerio de Agricultura y Ganadería en Portoviejo han generado reclamos de los vecinos porque en su entorno se ha generado insalubridad e inseguridad, hay otros predios en similares condiciones y que también necesitan atención.

Por ejemplo, hay edificios de instituciones educativas convertidos en bodegas o que están sin ningún uso, expuestos a la destrucción y al mal uso. También existen terrenos, como los del IESS, la Contraloría, el Servicio de Rentas Internas, entre otros, que, si bien están cerrados, permanecen sin ningún uso, convertidos en lunares que afean los espacios.

“Cinco años y medio después del terremoto, no hay una decisión clara”.

Si bien este artículo se refiere a bienes ubicados en Portoviejo, el mismo problema se presenta en otros cantones, especialmente de Manabí, que fue la provincia más afectada por el gran sismo.

Han pasado cinco años y medio del terremoto y no hay una decisión clara del Estado sobre el destino de esos bienes. No se habla de planes de reconstrucción, que sería lo óptimo, ni de venta de los predios.

Hasta ahora, son inmuebles abandonados, sin vigilancia ni control.
El Estado debería tomar una postura y trabajar pronto.

Editorial de El Diario publicado este miércoles 13 de octubre del 2021 en nuestra edición impresa.