El Gobierno debe reconocer la totalidad de la deuda que tiene con el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, cuyos recursos no pertenecen al Estado sino a los afiliados que ahora ven en riesgo algunas prestaciones, entre ellas las del seguro de salud.
El monto que el Gobierno adeuda al Seguro Social supera los 8 mil millones de dólares, de los cuales más de 4.300 millones corresponden al seguro de salud y otros casi 3 mil son del fondo de pensiones.
Sin embargo, el Ministerio de Finanzas solamente ha reconocido 381 millones de dólares.
El problema es que el IESS ha sido siempre botín político y caja chica para los gobiernos de turno. Los fondos que recibe, producto de las aportaciones de los afiliados, han financiado obras y ayudado a compensar el presupuesto estatal.
“El IESS ha sido siempre botín político y caja chica para los gobiernos de turno”.
El perjuicio no es para la institución, sino para los afiliados, que ven mermado el acceso a los servicios a que sus aportes les dan derecho. Por ello, el Gobierno debe reconocer la totalidad de la deuda y buscar formas de pagarla.
Mientras, el IESS debe depurarse. Hay que acabar con la corrupción y establecer un plan de optimización.
Además, se insiste en que es necesario dar a los afiliados la posibilidad de escoger entre el IESS y algún seguro opcional.
Editorial de El Diario publicado este lunes 7 de febrero del 2022 en nuestra edición impresa.