En los últimos días se ha registrado en el país una serie de actos que reflejan una preocupante falta de respeto hacia policías y agentes de tránsito, pero también de pasividad por parte de los uniformados.
Solo basta citar tres ejemplos recientes: en Portoviejo, un civil se llevó un patrullero que había quedado encendido mientras los agentes atendían un llamado de auxilio; en El Triunfo, dos policías fueron asaltados en un restaurante y les quitaron los equipos de trabajo; en Chone, un grupo de personas baleó a uniformados que realizaban un operativo.
“Que se dote a la Policía de elementos técnicos y legales para enfrentar las amenazas”.
Los niveles de inseguridad preocupan cada vez más a la ciudadanía, que demanda una postura más firme de las fuerzas del orden; pero, a la par, es necesario que se dote a la Policía de elementos técnicos y legales para enfrentar las amenazas contra ellos y contra otras personas.
Y eso es competencia del Estado, entendiéndose como tal a la conjunción de los poderes públicos.
De nada sirven los propósitos de luchar contra la delincuencia si hay una policía atemorizada ante la posibilidad de demandas penales, a pesar de que actúa en defensa de los ciudadanos o de su propia vida.
Editorial de El Diario publicado este sábado 30 de abril del 2022 en nuestra edición impresa.
