Las consecuencias del sismo ocurrido ayer, con epicentro en la provincia de Carchi, muestran la necesidad de actualizar la información sobre los riesgos sísmicos en todo el país y los planes de contingencia.
El sismo principal, de 5,2 grados de magnitud, causó afectaciones en más de un centenar de viviendas y dos personas heridas.
Es cierto que las consecuencias que puede dejar un movimiento telúrico dependen, en gran proporción, de factores como la cercanía, la profundidad y la estructura del suelo, pero también es innegable que el país está permanentemente expuesto a los sismos debido a su ubicación geográfica.
De hecho, casi todos los días ocurren sismos, aunque la mayoría no se percibe.
“Es necesario replantear los factores de riesgo muy particulares de cada lugar”.
La actividad sísmica debe obligar a replantear los factores de riesgo muy particulares de cada lugar, con el fin de disminuir la vulnerabilidad. Se tiene que analizar los métodos de construcción, revisar los planes de contingencia y actualizar las rutas de evacuación.
El sismo de Carchi vuelve a poner en evidencia, también, que la población no está preparada en forma suficiente para actuar en forma correcta frente a este tipo de imprevistos. Ya ni siquiera se hacen simulacros.
Tal parece que ni las autoridades ni los ciudadanos han aprendido la lección de eventos anteriores.
Editorial de El Diario publicado este martes 26 de julio del 2022 en nuestra edición impresa.
