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 Con bombos y platillos algunos asambleístas anuncian una ley de extinción de dominio para los que dispusieron de fondos públicos. En las entrevistas de promoción, junto a la opinión de ciertos analistas cercanos al correísmo-morenismo, han coincidido en advertir, de manera concertada, que la ley solo debe servir para el futuro y que no debe existir retroactividad. En buen romance: ¡Todo lo que se empuñó en los últimos gobiernos debe quedar en manos de la delincuencia organizada que la dirigió!

Lo que olvidan, o quizá nunca se enteraron, es que tanto el Art. 121 de la Constitución de 1998, así como el Art. 233 de la Constitución actual, aprobada en el 2008, se determina que “las servidoras y servidores públicos y los delegados o representantes a los cuerpos colegiados de las instituciones del Estado, estarán sujetos a las sanciones establecidas por delitos de peculado, cohecho, concusión y enriquecimiento ilícito. La acción para perseguirlos y las penas correspondientes serán imprescriptibles y, en estos casos, los juicios se iniciarán y continuarán incluso en ausencia de las personas acusadas”. Se supone, además, que al ser una norma constitucional no puede ser anulada por un cuerpo jurídico inferior.
¿Con esta intencionalidad jurídica y afán encubridor inocultable esperan que los 70.000 millones de dólares estimados por el Banco Interamericano de Desarrollo, BID, y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico de la Unión Europea, OCDE, sustraídos durante el correísmo (como informa La Hora, del 4 de octubre del 2018) y la cantidad “evaporada” y todavía no determinada de su sucesor, no sean recuperados jamás? ¡Viveza tras viveza! ¡Sapada tras sapada! ¡Mientras el pueblo se muere de hambre y sin trabajo! 
En declaraciones del ex gerente del Banco del IESS, Vinicio Troncoso, en el IESS deberían estar 48 mil millones de dólares, pero solo asoman USD 20.341 millones, de los cuales el gobierno tomó USD 7.845 millones y dejó papeles casi imposibles de cobrar. ¿Dónde están y por qué nadie da cuenta ni explica las razones de la desaparición de 27.659 millones de dólares del IESS? (El Comercio, 19 de mayo del 2019.) ¿Hasta cuándo tanto manejo ausente de honorabilidad? ¿Qué hacen las autoridades? ¿Existen como tales? ¿Debemos olvidarnos de los peculados en las refinerías, de la supuesta reconstrucción de Manabí, del manejo petrolero, y cientos de otras denuncias? ¿Qué mensaje entraña el lema “Aráuz presidente, Correa inocente”? ¿Ecuador se ha convertido en tierra de nadie?
 
Diego Delgado Jara