El hecho de que aproximadamente un tercio de los vehículos de la Policía Nacional se encuentren inmovilizados por necesidad de mantenimiento, afecta en forma directa a la seguridad de la ciudadanía.
Buena parte del parque automotor de la institución del orden permanece en talleres, a la espera de que haya dinero para pagar la reparación. Mientras, la sensación de inseguridad crece y la ola de violencia cobra decenas de vidas cada día.
Se han dado casos en que las personas acuden a las unidades policiales en busca de ayuda y reciben la respuesta de que los vehículos -si los hay- no tienen combustible o están dañados. Como para no creer.
“Disminuir gastos menos necesarios y destinar recursos al cuidado de los patrulleros”.
Las declaraciones de emergencia no han surtido el efecto que se esperaba. Es necesario que haya una decisión del Gobierno para disminuir gastos menos necesarios y destinar recursos al cuidado de los patrulleros, evitando que el nivel de deterioro aumente y, con ello, el descontrol frente a la delincuencia.
Por otra parte, es cierto que los municipios y gobiernos provinciales pueden ayudar a afrontar parte de los costos, pero debe ser a medida de las posibilidades, pues no es justo que se sacrifique la inversión y los servicios básicos por asumir rubros que son de responsabilidad del Gobierno central.
Editorial de El Diario publicado este martes 4 de octubre del 2022 en nuestra edición impresa.
