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Es un clamor generalizado el desprestigio en que ha caído la actividad política y especialmente los integrantes de la Asamblea Legislativa. Antes de la Constituyente de Montecristi, el Congreso Nacional había caído en tal desprestigio que decidieron cambiar su nombre por Asamblea Nacional. Me apena que nuestra provincia siempre esté mal representada, salvando honrosas excepciones.  Lo dicho me lleva a proponer la creación de una Escuela Superior de Ciencias Políticas, por cuyas aulas debería pasar la nueva generación de jóvenes interesados en la verdadera política y que aspiren a  una representación provincial.
La Constitución adolece de un grave vacío, lo mismo el Código de la Democracia. ¿Cómo es posible que una representación tan importante no exija un mínimo de conocimientos e idoneidad?
Propongo concretamente la creación de un postgrado con las siguientes materias a estudiar:  Derecho Político, Derecho Constitucional, Historia y antropología social, Filosofía del Derecho, Historia del Derecho, Psicología social y Derecho Comparado, Derecho Internacional, Derecho Internacional Humanitario, Procesos de Integración, Derecho diplomático y consular, Mediación y Conciliación;  Ética y Valores Morales.
Los aspirantes deben poseer como mínimo un título académico de tercer nivel. Al final de los estudios se otorgará un diploma a quienes hayan aprobado todas las materias.
Ojalá que esta propuesta sea acogida por las universidades, los partidos políticos y la sociedad civil.
Ahora más que nunca, frente a los acontecimientos que nos avergüenzan, estoy convencido de la necesidad de estos estudios para la formación de los nuevos políticos de Manabí y del país.