Las autoridades de Manabí deben unirse para solicitar al Gobierno Nacional la creación de un hospital de salud mental.
Con esto se atendería las necesidades que, en este campo, existen en la tercera provincia en población del país.
Un estudio hecho en esta provincia refleja que el 35 por ciento de la población presenta alteraciones del estado de ánimo y ansiedad.
La falta de un centro de atención a problemas mentales afecta directamente a la población de esta provincia.
Nuestra provincia está aquejada por una evidente marginación en el campo de la salud pública.
Prueba de ello es la lentitud con la que se llevó a cabo la reconstrucción de los hospitales destruidos por el terremoto y la demora en completar los servicios del Hospital de Especialidades Portoviejo.
Los trastornos mentales, desde la depresión hasta la ansiedad, afectan no solamente a los individuos, sino también a sus familias y comunidades.
La ausencia de un espacio especializado para el tratamiento y la rehabilitación mantiene el estigma asociado a las enfermedades mentales.
Esto, de una u otra manera, aumenta los gastos de tratamiento y limita el acceso a servicios esenciales.
La inversión en este tipo de infraestructuras no solo mejorará la calidad de vida de los afectados por trastornos mentales, sino que también contribuirá a la construcción de una mejor sociedad.
Es hora de que las autoridades de Manabí se unan para gestionar la construcción de un hospital de salud mental.
Editorial de El Diario publicado el sábado13 de enero del 2024 en nuestra edición impresa.