La colocación de muros rompevelocidades, cuerdas atravesadas, escombros u otro tipo de obstáculos sobre las vías para obligar a los conductores a reducir la velocidad de los vehículos debe prohibirse.
E incluso, de ser el caso, debe ser sancionada porque esos muros ponen en peligro la seguridad y la vida de las personas.
Al riesgo de accidentes de tránsito se suma la posibilidad de que tales obstáculos sean aprovechados por delincuentes.
Los ladrones aprovechan para asaltar o atentar contra los ocupantes de los carros, mucho más en las condiciones actuales de inseguridad.
“Deberían analizarse opciones como señalización de advertencia y operativos”.
Suele ocurrir que, a vista y paciencia de todos, incluso de las autoridades, cualquier persona ubica obstáculos sobre la vía, sin observar ninguna norma técnica, con el único argumento de que es necesario.
Y preocupa que esto se haga incluso en vías que forman parte de la red estatal primaria.
Las autoridades de tránsito y municipales deben intervenir y no dejar estos casos al libre albedrío de las personas.
Quizás lo único que determine la necesidad de colocar reductores en las vías es el peligro potencial de la velocidad en sectores poblados
Pero incluso en estos casos se puede recurrir a otros mecanismos disuasorios.
Se puede colocar señales de advertencia, la asignación de operativos puntuales y, de ser necesario, la ubicación de radares.
Editorial de El Diario publicado este viernes 1 de septiembre del 2023 en nuestra edición impresa.