El nuevo Reglamento de la Ley de Comunicación prohíbe a los medios de comunicación legalmente establecidos en Ecuador la publicidad de apuestas o pronósticos deportivos, con el afán de proteger a la población de lo que el Estado considera que puede resultar dañino.
Decisiones como esta no pueden ser propias de un país en libertad, en donde cada individuo decide lo que le conviene y lo que no, si hay apuestas, o lo que puede afectar o no a sus hijos.
Lo que se hace con esto es perjudicar a empresas de publicidad, medios de comunicación y otros actores económicos establecidos, porque este tipo de negocios, en boga y absolutamente legal -a tal punto que el Servicio de Rentas Internas incluyó a los pronósticos deportivos entre las actividades que deben pagar impuestos- va a mantenerse.
“Con esto, el Gobierno perjudica a negocios establecidos legalmente en el país”.
Se trata de un renglón económico que mueve ingentes sumas de dinero y, por tanto, genera réditos para el Estado.
Su eliminación, si es lo que el Gobierno considera, será difícil, sobre todo en un mundo globalizado.
Pero, también, sería una actitud comparable con las de regímenes totalitarios que restringen el acceso a formas de participación que considera incorrectas o inconvenientes.
Lo correcto es que se eliminen tales restricciones.
Editorial de El Diario publicado este jueves 31 de agosto del 2023 en nuestra edición impresa.
