Con más de mil ejemplares en distintas presentaciones, la comunidad de La Segua, de la parroquia San Antonio (Chone) se alista para vivir este sábado 13 de septiembre de 2025 su tradicional Festival del Chame. Se trata de una cita gastronómica que combina recetas ancestrales, música, homenajes; y que llega con un hito: la certificación del chame como Patrimonio Cultural Inmaterial del Ecuador.
La feria promete una experiencia completa: desde el bollo y el arroz colorado, hasta el chame frito, el estofado, los huevos de chame y el biche. Los organizadores aseguran que, además de cocina, habrá arte, concursos y baile para todas las edades.
En palabras de los protagonistas, el objetivo es elevar la fiesta a otro nivel. César García Alcívar, presidente del comité promejoras La Segua, anunció que este año se busca “dar más colorido y baile” a la celebración. Desde el Municipio, Nabor Álvarez, coordinador general, confirmó que en el marco de la feria se entregará oficialmente la certificación del chame como Patrimonio Cultural Inmaterial, un logro que, dijo, “se suma al queso de Chone, ya reconocido como patrimonio”. A su vez, Raúl Mero, habitante de La Segua, remarcó que se trata de un pez de agua dulce que desde hace décadas atrae comensales de todo el país.
Algunos datos clave del festival del Chame
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Platos: bollo, arroz colorado, estofado, biche,chame frito, y más.
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Precios: hasta $7 para un chame de mayor tamaño.
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Actividades: presentaciones artísticas, elección de la Niña Feria del Chame, coronación de la reina y shows de grupos musicales locales.
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Lugar: La Segua, parroquia San Antonio de Chone.
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Reconocimiento: certificación del chame como Patrimonio Cultural Inmaterial del Ecuador.
Tradición que se saborea
La gastronomía es el corazón de esta fiesta popular. Cada preparación exhibe el carácter de La Segua: cocina con identidad, producto local y técnicas que se han transmitido por generaciones. La feria es también un espacio de encuentro para familias y visitantes que buscan sabores auténticos a precios accesibles.
La declaratoria como Patrimonio Cultural Inmaterial llega como respaldo a esa memoria culinaria. Para los actores locales, el reconocimiento visibiliza una práctica cultural viva, con potencial para dinamizar la economía del territorio y fortalecer la autoestima colectiva.
En lo productivo, el chame —criado en piscinas y presente de forma natural en el estuario del río Chone— sostiene un circuito que involucra a pescadores, cocineras, emprendedores y prestadores de servicios. Este ecosistema se refuerza cada edición del festival.
Una fiesta que crece con identidad
Además de la cocina, el programa incorpora arte, música y coronaciones, elementos que suman color y baile a la jornada, como adelantó García Alcívar. La organización confía en que el público encuentre un evento ordenado, amable y seguro, donde la prioridad sea degustar y aprender sobre el producto estrella.
Para los restauranteros locales, como Raúl Mero, el festival es vitrina y termómetro: “ya sea frito, estofado o en viche, el chame gusta a propios y extraños”, resume, recordando que su fama “trasciende Manabí” y atrae visitas de “todo el país”.
El anuncio de Nabor Álvarez sobre la entrega oficial de la certificación patrimonial durante la feria añade peso simbólico y práctico: a la par de la celebración, la comunidad consolida su legado cultural y proyecta la marca Chone en el circuito gastronómico nacional.
Con información de César Vélez.