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Las autoridades de Kenia han anunciado este jueves la prohibición de proyección de un documental sobre la vida de una pareja homosexual argumentando que promueve el matrimonio entre personas del mismo sexo, ilegalizado en el país africano.

El Comité de Clasificación de Películas de Kenia (KFCB) ha indicado que aprecia que en el documentado, ‘I am Samuel’, existe “un intento claro y deliberado por parte del productor de promover el matrimonio entre personas del mismo sexo como una forma de vida aceptable”.

“Este intento es evidente a través de las repetidas confesiones de la pareja gay sobre que lo que sienten el uno por el otro es normal y debe ser aceptado como una forma de vida, así como por el lenguaje corporal de los personajes, incluidas escenas en la que dos amantes masculinos se besan”, ha manifestado.

Asimismo, ha subrayado que “el documental muestra el matrimonio de dos hombres y concluye dedicando la película a la comunidad gay”, antes de resaltar que “la película viola flagrantemente el artículo 165 del Código Penal sobre la ilegalización de la homosexualidad”.

El organismo ha apuntado además que “el documental intenta influir al espectador para creer que la generación antigua que estaba en contra del movimiento LGBTQ+ está empezando a aceptar y practicar el matrimonio homosexual como una forma de vida”.

En este sentido, ha argüido que la película “es una afrenta al artículo 45 de la Constitución keniana, que reconoce la familia como unidad básica de la sociedad y define el matrimonio como la unión de dos personas de distinto género”.

“Cualquier película o contenido que aparente una legalización, defienda, normalice o glorifique este acto va contra las leyes de nuestra tierra. El documental es, por ello, inaceptable y una afrenta a nuestra cultura y nuestra identidad”, ha reseñado.

El KFCB ha hecho hincapié en que la película supone además “una ofensa a la cristiandad”, ya que “los dos hombres homosexuales fingen un matrimonio religioso invocando el nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo”. “El documental no es sólo blasfemo, sino un intento de usar la religión para defender el matrimonio homosexual”, ha añadido.

Por otra parte, ha agregado que “la película fue producida con financiación de varias organizaciones internacionales” y ha puntualizado que “el documental propagada valores que van en disonancia con la Constitución, la cultura, los valores y las normas” de Kenia.

El organismo ha argumentado que, de esta forma, “el documental podría exponer fácilmente a grupos vulnerables, incluidos niños, a contenido inapropiado”. “Si bien los adultos pueden tener derecho a elegir qué consumen en el marco de la ley, los niños y otros grupos vulnerables están en riesgo de ser corrompidos por este contenido inapropiado”, ha dicho.

Por ello, ha reiterado que la proyección de la película queda prohibida y ha advertido de que “cualquier intento de mostrar, distribuir, emitir o poseer” ‘I am Samuel’ en Kenia “será respondido con toda el peso de la ley”.

El documental, de cerca de 70 minutos de duración y dirigido por Peter Murimi, fue grabado durante cinco años y refleja la vida de un hombre keniano, Samuel, y su pareja, Alex, en medio de un entorno social hostil. La película se estrenó en 2020 y el Gobierno pidió al KFCB que se pronunciara sobre el contenido.

EL CASO DE ‘RAFIKI’

El organismo ya estuvo en el centro de una polémica similar en 2018 tras prohibir la proyección de ‘Rafiki’, que cuenta la historia de dos adolescentes lesbianas. La decisión fue posteriormente respaldada por el Tribunal Supremo de Kenia.

‘Rafiki’, que significa “amigo” en suahili, se estrenó en 2018 en Cannes, convirtiéndose en la primera película keniana en exhibirse en el prestigioso festival, pero fue prohibida en Kenia porque se consideró que promovía la homosexualidad, un delito penal en el país en virtud de una ley de la era colonial.

El Tribunal Supremo de Kenia rechazó en mayo de 2019 despenalizar las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo, descartando así la petición que habían hecho en ese sentido tres organizaciones de defensa de los derechos de la comunidad LGTBI.

En Kenia, las relaciones homosexuales están penadas con hasta 14 años de cárcel. La ley abarca específicamente a los hombres, si bien los activistas denuncian que todos los LGBTI se ven afectados en la práctica por la aplicación de la legislación.

La homosexualidad es un tabú en la mayoría de los países de África e ilegal en más de 30 de ellos. Los gays, lesbianas y bisexuales de estos países se enfrentan a violencia, pérdida de trabajos y condenas a prisión si declaran abiertamente su condición sexual.