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Cientos de cocaleros que marcharon en La Paz exigiendo retomar el mercado de la coca que está bajo el control de una dirigencia reconocida por el Gobierno de Bolivia se enfrentaron nuevamente este jueves con la Policía, en un choque que dejó al menos seis heridos, y exigieron que el presidente en ejercicio, David Choquehuanca, se reúna con ellos.

Desde la mañana de este jueves centenares de cocaleros de Los Yungas de La Paz, afines al dirigente Armin Lluta, marcharon por las calles hacia el mercado de la Asociación Departamental de Productores de Coca (Adepcoca) para retomar este espacio al igual que su sede.

Las instalaciones de Adepcoca estaban fuertemente resguardadas por centenares de Policías y algunos otros cocaleros afines a otro dirigente, Arnold Alanes, quien es reconocido por el Gobierno boliviano.

Los centenares de cocaleros que marchaban pedían reunirse con el presidente en ejercicio, David Choquehuanca, para entablar un diálogo, pero no obtuvieron respuesta.

Es así que la Policía empezó a utilizar una gran cantidad de gases para dispersar a los cocaleros, e incluso algunos de los agentes químicos se entraron a domicilios particulares y se escucharon detonaciones de dinamita en medio del conflicto.

En el lugar la Policía detuvo aproximadamente a una veintena de cocaleros que fueron trasladados a las dependencias de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen, informó a los medios la abogada Evelyn Cossío.

Por su parte, el diputado José Manuel Ormachea de Comunidad Ciudadana (CC), la principal fuerza opositora del país, denunció a través de sus redes sociales agresiones por parte supuestamente de personas afines al partido oficialista de Luis Arce que se encontraban en la sede de Adepcoca.

El conflicto se da porque dos sectores de cocaleros identificados como afines al gubernamental Movimiento al Socialismo (MAS) y un tercero del dirigente crítico al Gobierno Armin Lluta disputan la presidencia de Adepcoca de La Paz.

El lunes, Alanes se proclamó como dirigente de Adepcoca, pese al rechazo de los otros dos bloques y tomó el control del mercado para comercializar la hoja de coca.

LA DEFENSORÍA. En tanto, la Defensoría del Pueblo condenó la violencia registrada este jueves que ha dejado “cinco civiles y un policía heridos y 33 personas arrestadas”, 24 hombres y nueve mujeres, además de la afectación de familias y niños que se encontraban en sus casas en inmediaciones del conflicto.

“La Defensoría del Pueblo condena el uso indiscriminado de dinamitas y otros objetos contundentes por parte de los cocaleros y les recuerda que existe un límite entre la protesta social y el vandalismo”, señala el boletín.

Esa entidad verificó daños material en un hospital y en una decena de casas que están cerca del lugar del conflicto que también presentan afectaciones por el impacto de piedras.

También pidió a la Policía que se maneje en los estándares internacionales de legalidad y proporcionalidad para que la población que no está en la protesta no sea afectada.

El conflicto entre los cocaleros de los Yungas afines y detractores del oficialismo se remonta a 2019, cuando una facción eligió a Elena Flores, dirigente avalada por el MAS.

Un año después, un bloque de productores de coca llegó a la sede el mercado de la coca en La Paz y eligió a Lluta como su máximo representante y desconoció a Flores, que luego presentó un recurso ante la justicia que salió a su favor.

El mercado de Adepcoca en La Paz y el de Sacaba en Cochabamba son los dos únicos reconocidos por una ley que rige el comercio de la hoja de coca, que en Bolivia tiene usos tradicionales y medicinales, pero una parte también se desvía al narcotráfico para la producción de cocaína.

Esta semana a raíz de estos conflictos un periodista fue detenido y dos de una agencia internacional resultaron heridos.