El Bundesrat (la Cámara Alta del Parlamento de Alemania) ha dado luz verde este viernes a una ley que prohíbe los sacrificios de polluelos macho a gran escala en la industria de cría de gallinas ponedoras, una práctica estándar, a partir de 2022.
La prohibición de la normativa, aprobada anteriormente en el Bundestag o Cámara Baja, se incorporará así a la ley alemana de protección animal. Por su parte, la prohibición de intervenir en los huevos de gallina y de abortar la incubación se aplicará a partir del 1 de enero de 2024. Esta fase de transición tiene el objetivo de dar tiempo a los criaderos avícolas para que se adapten a la nueva situación legal.
La normativa prevé nuevas regulaciones en una segunda fase a partir del 1 de enero de 2022 con el objetivo de evitar el sufrimiento del embrión.
Para entonces, los métodos de reconocimiento del sexo en el huevo sólo se permitirán si se utilizan en una fase temprana, ya que, según los científicos, los embriones están en condiciones de percibir el dolor a partir del séptimo día de incubación.
Actualmente, en Alemania son sacrificados cada año casi 45 millones de pollos machos porque no ponen huevos ni tampoco engordan tanto como las hembras para el comercio de carne.
El Tribunal Administrativo Federal dictaminó ya en 2019 que la práctica de matar a los machos solo estaba permitida durante un periodo transitorio porque el bienestar de los animales debía valorarse por encima de los intereses económicos.