Las autoridades iraníes ejecutaron en público a un segundo preso condenado por su participación en las protestas que sacuden el país.
El acto ocurrió este lunes 12 de diciembre, a pesar de la ola de críticas internacionales tras el ahorcamiento del primer manifestante la semana pasada.
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Majid Reza Rahnavard fue ahorcado en público en la ciudad santa de Mashad.
Esto después de que fuese sentenciado a muerte por el asesinato de dos agentes de seguridad.
Así lo informó la agencia Mizan, del Poder Judicial.
“Fue sentenciado a muerte por “guerra contra dios” por acuchillar hasta la muerte a dos miembros de las fuerzas de seguridad”, explicó Mizan, que añadió que además hirió supuestamente a otras cuatro personas.
El hombre fue arrestado el 19 de noviembre, acusado el 24 y su juicio se celebró el 29.
Su ejecución se realizó el mismo día en el que fue condenado condenado a muerte, después de supuestamente confesar sus crímenes, según Mizan.
Otros nueve presos han sido condenados a muerte por las protestas y según Amnistía Internacional al menos 28 acusados podrían ser condenados a la horca.
La ejecución de Rahnavard se produce cuatro días después del primer ahorcamiento de un preso condenado por participar en las protesta desatadas por la muerte de Mahsa Amini a mediados de septiembre.
Majid Reza Rahnavard era un practicante de lucha libre.
Este lunes también se conoció que el futbolista iraní Amir Nasr-Azadani se enfrenta a una pena de muerte por defender públicamente las libertades y los derechos de las mujeres en su país.
