El 3 de septiembre, la Iglesia católica celebra a San Gregorio Magno, canonizado por su liderazgo pastoral y escritos teológicos.
Orígenes y ascenso
San Gregorio nació alrededor de 540 en Roma, de una familia senatorial. Hijo de Gordiano y Santa Silvia, fue prefecto de Roma en 573.
Tras la muerte de su padre, convirtió su casa en un monasterio benedictino y se hizo monje. En 579, el papa Pelagio II lo nombró apóstol en Constantinopla. Elegido papa en 590, tomó el nombre de Gregorio I, siendo el primer monje en asumir el pontificado, según Catholic Encyclopedia.
Su pontificado duró hasta su muerte, marcando un período de reformas en una Roma devastada por guerras y pestes.
Reformas y escritos de San Gregorio Magno
Gregorio reformó la liturgia y estandarizó el canto gregoriano, que lleva su nombre. Escribió obras como “Regla Pastoral”, un manual para obispos, y “Diálogos”, que narra vidas de santos, incluyendo San Benito. Compuso 854 cartas que detallan su gestión eclesiástica y misionera.
Envió a San Agustín de Canterbury a evangelizar Inglaterra en 596 y consolidó el cristianismo anglosajón. También reorganizó las finanzas papales y distribuyó alimentos a los pobres durante la peste de 590, según Vatican News.
Filosofía y espiritualidad
La espiritualidad de Gregorio se centró en la humildad, el servicio y la oración litúrgica. Su lema, “Servus servorum Dei” (Siervo de los siervos de Dios), definió su pontificado.
Integró la teología benedictina con la acción pastoral, promoviendo la caridad y la evangelización. Sus escritos enfatizan la responsabilidad de los pastores y la centralidad de la Eucaristía, según ACI Prensa.
Canonización y reconocimiento
Gregorio fue canonizado por aclamación popular tras su muerte en 604. En 1298, Bonifacio VIII lo nombró Doctor de la Iglesia, uno de los cuatro primeros junto a Agustín, Ambrosio y Jerónimo.
Es patrono de músicos, cantores, estudiantes y papas. Asimismo, su santidad se basa en sus reformas, escritos y vida virtuosa.
Celebración del 3 de septiembre
La festividad de San Gregorio se celebra el 3 de septiembre, fecha de su elección papal en 590, según el Martirologio Romano, aunque murió el 12 de marzo de 604.
En Roma, la Basílica de San Pedro y el monasterio de San Gregorio al Celio acogen misas solemnes. Sus reliquias se conservan en el Vaticano.
Legado en la Iglesia de San Gregorio Magno
El legado de Gregorio incluye el canto gregoriano, adoptado en la liturgia occidental, y la expansión del cristianismo en Inglaterra. Además, su Regla Pastoral sigue siendo un referente para obispos.
La reorganización de la Iglesia fortaleció el papado, así como sus Diálogos inspiraron la hagiografía medieval. La Orden de San Gregorio Magno, instituida en 1831, honra su memoria, según Catholic.net.