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Poco más de cuatro meses después de que Kylian Mbappé pusiera fin a los rumores sobre su fichaje por el Real Madrid aceptando la oferta de renovación de su contrato con el París Saint-Germain, su futuro vuelve a estar en el aíre tras filtrarse que el jugador ha pedido abandonar el club en enero próximo.

Es el colofón a una serie de gestos de descontento que viene dejando caer el futbolista de 23 años, incómodo en el esquema y crítico con los fichajes que ha hecho el club en el pasado verano.

Según medios como L’Équipe o Le Parisien, Mbappé se siente traicionado, considera que el presidente del PSG, el magnate catarí Nasser Al-Khelaifi, no ha cumplido sus compromisos.

Dos destacan por encima de los demás: la llegada de un delantero centro, puesto que parecía prometido al polaco Robert Lewandowsky, y la salida de Neymar.

Ninguno de los dos se hizo realidad y Mbappé se ve obligado a jugar como punta del equipo y a renunciar al carril izquierdo que ocupa el brasileño.

El campeón del mundo francés ha ido dejando un rastro de quejas. Aseguró en una concentración con la selección que se sentía más cómodo bajo las órdenes de Didier Deschamps porque no tenía que ejercer de pivote y regaló a los fotógrafos varios gestos de contrariedad.

“Aquí me piden cosas diferentes que en el club. Tengo mucha libertad aquí. El entrenador sabe que hay un número 9 como Olivier (Giroud) que se ocupa de las defensas y yo puedo buscar los espacios, pedir balones. En París eso no pasa, me piden que haga de pivote, es diferente”, señaló el pasado 22 de septiembre.

“PIVOTGANG”

El pasado sábado, tras un gris partido en Reims, que posteriormente se supo que jugó enfermo, publicó un mensaje en Twitter con la etiqueta “pivotgang”, lo que obligó a su entrenador, Christophe Galtier, a reconocer que el futbolista le había dicho que no se sentía cómodo.

Pero el técnico le pidió sacrificio en favor del equipo y nada hacía presagiar la bomba que iba a vivir el club a pocas horas de su duelo contra el Benfica en Liga de Campeones.

Los medios sostienen que el jugador ha pedido salir en enero y que la onda expansiva de su decisión puede acabar también con el director deportivo, el portugués Luis Campos, un hombre muy próximo a Mbappé, y con el entrenador.

L’Équipe asegura que el malestar va más allá de lo deportivo, que el jugador ha perdido confianza en el PSG y que en privado confiesa que se equivocó hace unos meses al aceptar la oferta de renovación en lugar de la que tenía del Real Madrid sobre la mesa.

El club se apresuró a desmentir la información, primero de forma velada y, posteriormente, a través del propio Campos, que acudió a la televisión RMC para asegurar que Mbappé nunca le había mostrado su deseo de salir.

“Estoy muy sorprendido, todos los días estoy con Kylian Mbappé, nunca me ha pedido a mí, y he hablado con el presidente, y puedo decir que no nos ha pedido nunca partir en enero”, señaló el portugués, con quien ya coincidió en el Mónaco.

Demasiado tarde. El rumor había corrido como la pólvora por los medios y las redes sociales, donde los aficionados no ocultaron ya cierto agotamiento con la actitud del hombre al que hace unos meses aclamaron como el mesías.

En el Parque de los Príncipes, algunos silbidos acompañaron al anuncio de la presencia de Mbappé en el once de salida del PSG, de nuevo como pivote en la punta de ataque.

Parece poco probable que el PSG le abra la puerta en enero, pero si las cosas no cambian, tampoco parece sencillo que no lo haga al final de esta temporada.

Mbappé firmó por dos años más uno en opción, que depende de su propia voluntad, por lo que el PSG puede verse el próximo verano en la misma situación que en el de 2021, con un futbolista muy cotizado a punto de acabar su contrato.

Si entonces los propietarios cataríes rechazaron una oferta de 180 millones de euros procedente del Madrid, ahora las cosas no parecen tan claras, con la UEFA vigilante sobre unas cuentas del PSG que registran un déficit de 225 millones de euros.