Los cortes de energía eléctrica obligaron a Ana Santana a comprar un generador para su barbería.
Lo adquirió en octubre del año pasado, cuando empezaron los primeros apagones, y tuvo un costo de 300 dólares.
Este generador produce energía durante un tiempo determinado; funcionan con gasolina o diésel.
Desde la semana pasada ha destinado cerca de 20 dólares semanales para comprar gasolina para el generador.
Es decir, suele gastar cinco dólares, día por medio, para comprar dos galones de gasolina para que el generador funcione en su local.
Con el tanque lleno tiene para cuatro horas, por lo que solo lo usa para el encendido de dos ventiladores y así atender a sus clientes.
Recalcó que el generador debe tener más de la mitad de gasolina para que funcione, caso contrario, este se apaga.
Además requiere de aceite lubricante, como un carro, para su mantenimiento. Este se realiza cada mes, y tiene un costo de seis dólares.
Estos apagones le han generado pérdidas económicas. Durante los apagones la clientela no llega y les perjudica, ya que deben cancelar también el arriendo del local.
Cortes de energía sin generador
De su parte, Cielo Mendoza, una de las vendedoras de un local de calzado, ropa y accesorios, indicó que el dueño adquirió un generador a inicios de año.
Invierte 10 dólares diarios para comprar una caneca de gasolina y así abastecerse con el generador.
Este solo les ayuda con los focos y dos computadoras, para buscar en la base de datos y vender.
Sin embargo, esto les ha perjudicado, ya que sin energía no receptan transferencias ni pagos con tarjeta de crédito, porque el internet falla y no hay sistema de datafast. Solo aceptan efectivo.
“Sin generador dejamos de hacer dinero, porque nada funciona”, dijo.
Esta situación se refleja en locales de la calle 14 y avenida 17, donde varios ya cuentan con un generador.
Pese a ello, hay otros locales que no cuentan con uno y han tenido grandes pérdidas económicas.
Uno de ellos es José Ortiz, quien se dedica a la venta de copias, anillados e impresiones.
Él solo trabaja a medio tiempo, es decir, cuatro horas, y lo hace mediante pedidos para el siguiente día.
“Tengo que coger los trabajos en la mañana para imprimirlos en la noche”, dijo.
Locales como restaurantes, bares, heladerías, también se han visto afectados por estos apagones.
Los apagones se iniciaron desde el domingo 14 de abril, ante la sequía que afecta a la cuenca del río Paute, donde se encuentra el segundo mayor embalse de Ecuador y un complejo de tres centrales hidroeléctricas.