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Hoy a las cuatro de la tarde, como lo ha hecho desde hace 20 años, María Anchundia estará entre los miles de católicos que acompañarán la imagen de la Virgen de Monserrate por las calles de Montecristi.

María tiene 55 años y vive en Los Esteros, en Manta, y dice que desde los 15 años camina hasta la iglesia de Montecristi en noviembre, cuando se celebran las fiestas patronales de la Virgen.

Cuando era una adolescente iba con sus padres; cuando se casó, lo hacía con su pareja y sus hijos.

Además de caminar casi tres horas a Montecristi, también acude a la procesión. Hoy irá con su esposo y unos amigos.

”Mi fe por la Virgen me la cultivaron mis padres, y yo he hecho lo mismo con mis hijos. Es una fe que pasa de generación a generación”, dijo María.

Se espera que esta tarde a la procesión acudan, como en otros años, más de 25 mil personas.

La procesión recorrerá las calles Sucre, José Cesario Reyes, avenida Guillermo Balda, calle América, Metropolitana, calle 10 de Agosto y avenida Rocafuerte, y terminará con la misa de clausura a las 19h30.

La página de Facebook de la Basílica de Montecristi transmitirá la misa.

Cierre de vías

A través de redes sociales, el Municipio de Montecristi informó que desde el mediodía de este martes se cerrará al tránsito vehicular el tramo desde el redondel de la Tejedora hasta la ‘Y’ (intersección con la vía a Colisa) en ambos sentidos.

El cierre será de 12h00 a 19h00.

Se recomienda a los conductores tomar vías alternas mientras dure el cierre.

Historia de la Virgen

El calendario marcaba el año 1519 cuando Carlos Quinto, Rey de España, ordenó que dos esculturas de vírgenes: una de Monserrate y la otra de Las Mercedes, debían ser traídas América: la primera a Lima- Perú y la segunda a Manta.

A las dos estatuas las trajeron a América, tal como lo ordenó el rey. Al llegar al puerto de Manta, se dejó aquí la imagen de la Virgen de Las Mercedes, para acto seguido continuar la ruta hacia Perú, pero, lamentablemente, algo pasó en la embarcación y la nave no pudo seguir su marcha.

La tripulación catalogó aquello como sobrenatural.

Ante esta situación, los enviados del rey decidieron intercambiar las imágenes. Es decir, dejar la estatua de la Virgen de Monserrate en Manta y la escultura de la Virgen de Las Mercedes llevarla hasta Perú.

Es así como nació la historia de la Virgen de Monserrate, imagen que estuvo en Manta, según los historiadores, hasta el 19 de febrero de 1678, fecha que fue pontificada por el Papa Inocencio XI.

Manta en ese tiempo era un puerto de mucha importancia envidiado por los piratas, aventureros que quemaron la ciudad. En una noche negra para este pueblo, mucha gente murió y los sobrevivientes perdieron todas sus pertenencias.

Debido a lo ocurrido, se decidió llevar a la Virgen a Montecristi, ya que era el pueblo más cercano a Manta. Varias personas se fueron a vivir allá, mientras que otros decidieron irse a la zona rural, quedando Manta abandonada.

El 21 de noviembre de 1979 en el Vaticano, la Virgen de Monserrate es venerada por el Papa Juan Pablo II, quien la declara oficialmente Virgen.