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Con hacer estallar una bomba en su local amenazaron a “Francisco” para que entregara dinero.
A través de una llamada telefónica fue como lo intimidaron; le dieron el nombre de su local, la ubicación y lo que se encontraba a su alrededor, por lo que Francisco (nombre protegido) se puso nervioso y accedió a depositar parte de los 200 dólares que le pidieron, para evitar que pusieran la “bomba” en su local, ubicado en Portoviejo.
Esta es solo una de las amenazas que realizan los delincuentes para extorsionar a las personas.

EN AUMENTO
A escala nacional, este tipo de delitos se ha incrementado.
De enero a julio de este año, la Fiscalía contabiliza 3.896 casos presentados como tentativa y consumados.
Manabí es la sexta provincia donde más sucesos de este tipo han sido reportados y en siete meses se registran 242 casos, un incremento del 106,84% de los que hubo en todo el 2021, cuando la Fiscalía contabilizó 117 casos.

De los 242 casos, 214 han sido consumados y 28 han sido tentativa.
El abogado Orly Parrales Echeverría señala que la tentativa es cuando se va a ejecutar el acto, pero por algún motivo no se pudo concretar el delito, mientras que el consumado se refiere cuando se comete el delito.

En todo caso, indica que la extorsión, a la que ahora se le conoce como “vacuna”, es una presión que se ejerce sobre una persona mediante amenazas para obligarla a actuar de determinada manera y obtener un lucro económico, produciendo un perjuicio patrimonial a la víctima.
Parrales señala que el artículo 185 del Código Orgánico Integral Penal (COIP), establece una sanción de cinco a siete años de prisión, de acuerdo a las agravantes.

“La delincuencia ha ido evolucionando con su nuevo modus operandi; utiliza medios tecnológicos que le permiten hacer amenazas donde difícilmente se logra demostrar quién es el responsable, ya que cambian los chips (del celular), o llaman de distintos números”, recalca el jurista, al poner ejemplos de Guayaquil, donde ha habido un alto índice de extorsión e incluso hay casos de personas a las que les han quitado la vida “por incumplir ciertos pagos o tienen resistencia a la intimidación que le han creado y no cancelan en lo que actualmente se conoce como vacuna”, indica.

VÍCTIMAS
Quienes usan esta modalidad no solamente buscan como víctimas a los grandes comerciantes o empresarios, sino que también es aplicada a pescadores, dueños de hoteles y más locales, cuya “cuota” mensual va desde los 100 dólares en adelante, según afectados que solicitaron la reserva de sus nombres.

Diocles Valeriano, presidente de la Cámara de Comercio de Portoviejo, dice que “gracias a Dios” los integrantes de esta institución no han sido víctimas, o al menos no han tenido conocimiento de que algún comerciante haya sufrido por este tipo de delito.

“Es un tema que sí preocupa por todos los acontecimientos que se están dando a nivel nacional”, señala, y agrega que estas acciones ponen en peligro la estabilidad del comerciante y de la propia vida. “Esperamos que esto no ocurra, que las autoridades apliquen estrategias para eliminar este tipo de acciones”, dice Valeriano.

¿CÓMO OPERAN?
Lenin Sánchez, jefe de la Policía Judicial de la Subzona Manabí, menciona que en estos casos muchas personas ponen la denuncia en la Fiscalía, pero luego, “por miedo, temor, o falta de tiempo, ya no desean continuar con las investigaciones, lo que a nosotros nos deja sin un piso para dar con el paradero o saber quiénes son las personas que están realizando este tipo de delitos”.

El jefe policial recalca que una de las modalidades que usan los delincuentes es llamar o escribir por WhatsApp haciéndose pasar por una organización delictiva para exigirle cierta cantidad de dinero, para no atentar contra la vida de la persona o contra su negocio.
“Hemos podido percatarnos de que son personas venezolanas, cubanos y colombianos, por su acento, que se hacen pasar por esta banda delictiva”, refiere.

Además, menciona que también han identificado a quienes suelen pedir las “vacunas” de manera personal.
En Chone, por ejemplo, identificaron a personas que se dedicaban a cometer este delito y fueron detenidas.
Sánchez recomienda a los ciudadanos evitar ubicar información personal relevante en redes sociales (fotografías de sus hijos o bienes inmuebles), pues los delincuentes buscan dicha información para llamarlos y extorsionarlos.

“Si hay algún tipo de extorsión, que les llamen a pedir dinero, inmediatamente deben comunicarse con la Policía, para nosotros tratar de identificar y comprobar que sea veraz esta información”, recalca el jefe policial.

OTRA MODALIDAD
El jefe policial dijo que otra de las modalidades de los extorsionadores es que se hacen pasar por supuestos policías que han detenido a un familiar (sobrino), que les llama para que le depositen cierta cantidad de dinero. Estos casos pueden ser alertados mediante el ECU-911 o directamente a la Policía Nacional.