La Policía reportó que tres artefactos explosivos detonaron en Guayaquil entre la noche del jueves 13 y la madrugada del viernes 14 de abril.
Dos de las explosiones tuvieron como objetivo locales comerciales en Pascuales y el centro de la ciudad.
La tercera detonación con explosivos fue en el portal de un conjunto residencial en la Alborada.
En los tres casos hubo solamente daños materiales y no se registraron víctimas humanas, informó El Comercio.
Los artefactos explosivos detonaron después de una alerta de la representación diplomática de Estados Unidos.
En su sitio web, la misión diplomática estadounidense en territorio ecuatoriano puso una alerta de posibles atentados.
“Hay información creíble de que se están planeando atentados con bombas en múltiples lugares desconocidos de Guayaquil”, comunicó la representación diplomática de Estados Unidos.
Por su parte la Policía dijo que ante esta alerta se “desplegó patrullajes permanentes con sus unidades del eje preventivo”.
Cruce de información
El ministro del Interior, Juan Zapata, dijo que son ‘operaciones sicológicas’ y que no se había contactado con diplomáticos estadounidenses.
Estados Unidos mantiene una estrecha relación con Ecuador en el tema de seguridad.
La semana pasada donó equipos antibombas a la Policía Nacional.
Las explosiones se dan pocas horas después de que tres guías penitenciarias fueran asesinadas por sicarios.
Las mujeres almorzaban en un comedor frente a la Penitenciaría del Litoral.
Dos de ellas murieron en el acto y otra falleció cuando era trasladada a una casa de salud.
Casi de manera simultánea, tres pescadores fallecieron en un tiroteo en el Malecón de Posorja, al noreste de Guayaquil.
Guayaquil y sus alrededores forman una de las zonas más peligrosas del país, con un promedio de seis asesinatos por día.
Esto ha ubicado a la urbe en el puesto 24 de las ciudades más peligrosas del mundo, según una organización no gubernamental mexicana.