Catorce toneladas de residuos y desechos especiales peligrosos fueron sacados de las Islas Galápagos para ser procesados en el Ecuador continental a través del Programa Nacional de Gestión de Químicos, administrado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo en Ecuador (PNUD).
Entre los desechos de productos que contienen este tipo de contaminantes destacan colchones que sumaron un total de 10 toneladas, según informó este jueves en un comunicado el Ministerio de Ambiente, Agua y Transición Ecológica.
También forman parte de este conjunto espumas de refrigeradores, plásticos rígidos, equipos, aparatos eléctricos y electrónicos, además de otros residuos domésticos que pudieran contener este tipo de sustancias y que estaban depositados en el Centro de Reciclaje Fabricio Valverde, de la isla Santa Cruz.
De esta manera se cumplió con el proceso bajo estrictas normas de seguridad, con el objetivo de evitar que los posibles Contaminantes Orgánicos Persistentes (COP) provoquen cualquier tipo de daño en el entorno natural de las Islas Galápagos.
Las catorce toneladas de desechos y residuos serán sometidas a un proceso de incineración de acuerdo a las recomendaciones del Convenio de Basilea sobre el control de los movimientos transfronterizos de los desechos peligrosos y su eliminación.
Los equipos electrónicos serán desmantelados para liberar todos sus componentes (metales, plásticos, circuitos electrónicos, baterías, suministros de impresión y pantallas, entre otros) y aprovechar cada uno para que sean reincorporados en procesos productivos, según corresponda para impulsar la economía circular del país.
Ubicadas unos 1.000 kilómetros al oeste de las costas continentales de Ecuador, las Galápagos son consideradas un laboratorio natural, el mismo que permitió al científico inglés Charles Darwin, en el siglo XIX, desarrollar su teoría sobre la selección natural de las especies.
Este archipiélago, formado por 13 islas grandes, 6 menores y 42 islotes, fue declarado como patrimonio natural de la humanidad de la Unesco y es considerada una de las reservas insulares mejor conservadas del planeta. EFE