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En una versión de casi dos horas, Mendoza insistió en que el exasambleísta Eliseo Azuero puso en el Servicio de Contratación de Obras (Secob) a René Tamayo y Jorge Jalil, también proce­sados en la misma causa. 

Además, recordó que Franklin Calderón, otro de los investigados, a través de su entonces asesor, Jean Carlos Benavides, le habló de dineros de coima dentro de la obra del hospital de Bahía de Caráquez. 
“Debo mencionar que la propuesta de Franklin Cal­derón incluía un monto de dinero que no recuer­do con exactitud si era $ 300.000 o $ 350.000, que Franklin Calderón propu­so se lo ofreciera una parte para Eliseo Azuero y otra parte para el movimiento político Mejor… Procedí a conversar con el entonces asambleísta (Eliseo Azue­ro) sobre la propuesta rea­lizada por Franklin Calde­rón y él aceptó la misma y se comprometió a hablar con el ingeniero René Ta­mayo”, señaló Mendoza. 
ACUERDOS. Según el exlegislador que se encuen­tra recluido en la Cárcel 4, de Quito, este primer acuer­do para el hospital de Bahía de Caráquez habría sentado las bases de la relación con Tamayo, Jalil, Calderón y Azuero, que les permitiría a futuro ser parte del pro­ceso de construcción del hospital de Pedernales. 
Mendoza aclaró que la co­municación con Azuero fue la mayoría de veces de manera personal en la Asamblea, por vía telefóni­ca a través de la aplicación Signal o en varias ocasiones mediante un mensaje. 
Por otra parte, Mendoza mencionó la permanen­te insistencia que Azuero ejercía sobre él para que le ayudara a efectivizar che­ques de BanEcuador, que servirían para pagar parte de la coima que recibiría del tema Pedernales. 
En esas fechas se estaba tra­tando un proyecto de Ley Económica urgente que estaba a cargo de Mendoza y, según dijo, Azuero condi­cionó el voto.