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El ecuatoriano Fabiano Kueva, la mexicana Tania Candiani, y la española, Cristina Lucas, fueron galardonados con el primer, segundo y tercer premio, respectivamente, de la XV Bienal de artes visuales de Cuenca (sur de Ecuador), inaugurada este viernes.

Obras de 34 artistas visuales de diferentes países participan en esta edición que ha puesto el foco en la naturaleza y la sostenibilidad, bajo la curaduría de la española Blanca De la Torre.

Menciones de honor han recibido el artista mexicano Amor Muñoz y la suiza Ursula Biemann, mientras que la ecuatoriana Pamela Cevallos ha sido galardonada con el Premio París, según detalla un comunicado oficial de esta Bienal que se prolongará hasta el 28 de febrero.

De la Torre indicó que la elección de los participantes en la actual edición se alineó con obras próximas a sus investigaciones teóricas y planteamientos estéticos en torno al concepto del Bioceno, entendido como “una nueva era que sitúa la vida en el centro”, explicó a Efe, días antes de la inauguración.

El alcalde de Cuenca, Pedro Palacios, destacó en el acto que abrió la Bienal que el evento artístico tiene una trayectoria de 34 años y se ha convertido en el único proceso cultural de carácter internacional en Ecuador que acoge la creación contemporánea de las artes visuales desde un campo ampliado.

Con 33 obras (una comparte a dos autores) repartidas por diferentes sedes a una distancia recorrible a pie, la propuesta curatorial en esta edición se denomina “Bienal del Bioceno, Cambiar verde por azul” y se desarrolla a lo largo de tres ejes conceptuales: Conocimiento ancestral y tradicional, ecofeminismo crítico y escenarios futuribles.

Entre los artistas participantes figuran siete españoles, el mismo número que ecuatorianos, y una importante presencia de latinoamericanos, además de europeos y norteamericanos.

La española Asunción Molinos Gordo presenta una obra que guarda relación con su trayectoria estudiando las culturas campesinas y la producción de conocimiento vinculado a la agricultura, que representa el uso del agua en la tradición ecuatoriana.

“La cultura campesina es internacional y muchas veces agricultores de diferentes partes del mundo no comparten idioma, tradición, modos de producción, economía, pero sí una responsabilidad con el territorio, son conocimientos integrados”, resalta esta artista especialista en culturas rurales.

Defensora de que todas las prácticas tradicionales campesinas “son responsables con otras especies, con la longevidad, con una visión de largo recorrido, frente al cortoplacismo y extractivismo”, su pieza se inspira en la amplísima tradición ceramista de Ecuador.

Para su producción ha trabajado con artesanos locales de diferentes parroquias de Cuenca, para situar al agua como un bien de acceso fácil, frente a los movimientos que abogan por su privatización.

Precisamente en Cuenca se han celebrado en los últimos años diferentes consultas populares que por amplia mayoría han resuelto la prohibición de actividades mineras o la conservación de fuentes hídricas vitales para los ecosistemas.

Otro reconocido artista español, cercano a las tesis de la comisaria de la Bienal es Eugenio Ampudia, quien vuelve a reproducir un concierto, “donde a través de la cultura, del arte y en este caso la música establezco una relación con otras especies del planeta, sobre todo porque creo que la época del antropoceno ha terminado y lo hemos hecho fatal los antropodos”.

Bajo la premisa de “no intentar aprovecharnos de lo que nos pueden dar otras especies sino todo lo contrario, contribuir a que todos consigamos sobrevivir en este planeta”, el autor resalta la biodiversidad “bestial” de Ecuador y el hecho de que los artistas tengan un contexto tan privilegiado de fondo.

“Nosotros mismos somos naturaleza y eso nos engloba en todo un sistema del que nos habíamos alejado, porque como humanos, nos parecía que la naturaleza era una cosa y nosotros otra”, concluye.

Considerado como uno de los eventos artísticos de mayor trascendencia de Ecuador, que se realiza cada dos años, hasta la fecha ha reunido a 1.206 artistas de 65 países, 113 comisarios nacionales e internacionales y un público que ha alcanzado el millón de visitantes. EFE