El Ministerio de Educación de Ecuador investiga un caso ocurrido en una escuela de la provincia andina de Chimborazo que se viralizó a través de un video en el que se aprecia cómo varios escolares son agredidos a correazos por una responsable (rectora) del centro educativo Isaías Garzón del cantón Alausí.
En un comunicado la cartera educativa informó este miércoles de que se activaron los protocolos de atención ante el caso de violencia escolar en Chimborazo tras la publicación del video en redes sociales.
En el video aparecen varios niños que son obligados a colocarse de rodillas mientras una mujer les grita y les agrede en al menos dos ocasiones con un cinturón o correa en el trasero.
“Ponte bien”, le grita. Suenan otros dos correazos. Cuando es el turno del siguiente alumno, la persona con el cinturón en la mano advierte que la próxima vez los correazos serán “con el pantalón abajo“, en el caso de los hombres, y las “faldas arriba“, en el de las mujeres.
El Ministerio califica lo ocurrido de “hecho inaceptable de violencia física como medida disciplinar a estudiantes dentro de una institución educativa” y reitera el compromiso para proteger los derechos y garantizar entornos libres de agresiones a los escolares.
Como parte del procedimiento el Ministerio de Educación activó las rutas y protocolos de actuación establecidas para casos de violencia a fin de salvaguardar a los estudiantes.
Y con ese fin el caso se puso en conocimiento de la Junta Distrital de Resolución de Conflictos y la Junta Cantonal de Protección de Derechos, “que tomarán las medidas administrativas y legales que correspondan”.
Aclara, además, que la persona que está sujeta a investigación, “ha sido trasladada a labores administrativas fuera de las instituciones educativas”.
Por último, el documento hace un llamamiento a la población a combatir y desnaturalizar la violencia en todas sus formas y reforzar acciones que permitan prevenir hechos de esta naturaleza.
“Los entornos educativos deben trabajar la disciplina y el autocontrol en los estudiantes, a través de mecanismos basados en el respeto mutuo y la responsabilidad sobre nuestros actos”, concluye. EFE
