El Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Venezuela decidió el miércoles que asumirá las competencias de la Asamblea Nacional (AN, Parlamento), de mayoría opositora, debido a la persistencia del "desacato", un estatus que el Poder Judicial impuso a la Cámara por el incumplimiento de varias sentencias.
Almagro solicitó en un reciente informe la suspensión de Venezuela de la OEA si no convocaba elecciones generales en los 30 días siguientes y 14 países americanos exigieron al Gobierno de Nicolás Maduro un calendario electoral y la liberación de los "presos políticos".
Perú anunció hoy el retiro definitivo de su embajador en Venezuela e indicó que ya inició consultas con países de la OEA para que en el marco de la Carta Democrática se adopten con la mayor urgencia las medidas que correspondan ante la evidente ruptura del orden constitucional y democrático en Venezuela".
El presidente de Perú, Pedro Pablo Kuczynski, dijo que es "inaceptable lo que ocurre en Venezuela".
EE.UU. pidió "al Gobierno de Venezuela que permita a la Asamblea Nacional democráticamente elegida desempeñar sus funciones constitucionales, celebrar elecciones lo antes posible e inmediatamente liberar a todos los presos políticos".
Brasil repudió la sentencia que suspende "arbitrariamente" la inmunidad de los parlamentarios venezolanos y dijo que mantendrá su política de examinar la "preocupante situación" conjuntamente con todos los países de la región "interesados".
El presidente de Argentina, Mauricio Macri, llamó a "recomponer el orden democrático" e insistió en la necesidad de que se cumpla con un calendario electoral y se liberen a los "presos políticos".
"Esta situación nos lleva a consultar con los países amigos el cómo proceder de ahora en adelante", señaló el canciller chileno, Heraldo Muñoz, quien aclaró que lo ideal es que "los propios venezolanos resuelvan sus asuntos", pero "claramente esto va en la dirección opuesta".
El canciller mexicano, Luis Videgaray, aseguró que a su país le preocupa "de manera grave el deterioro del orden democrático en un país hermano" y subrayó que deben ser los venezolanos, en ejercicio pleno de su soberanía, "los que resuelvan los problemas".
Panamá hizo un llamado "al respeto del orden constitucional, el respeto a la separación de poderes y los principios de la democracia, y que se den las garantías para la celebración de elecciones democráticas".
GRUPOS REACCIONAN. El grupo Venezolanos Perseguidos Políticos en el Exilio (Veppex) aseguró que la "aberrante" decisión del Supremo "consolida una feroz dictadura donde no existe independencia de poderes".
La organización de derechos humanos Venezuela Awareness (VA) alertó de las "gravísimas consecuencias inmediatas" del "golpe de Estado" ejecutado.
Congresistas cubano-estadounidenses del estado Florida (EE.UU.) repudiaron que el "régimen de Maduro le quite el poder al Parlamento" para "dar otro paso a la tiranía" y pidieron a los países de la región que presionen en favor de la democracia.
"Ojalá la comunidad internacional ayude a que metan preso a Maduro y a (los) integrantes del Tribunal Supremo y Venezuela convoque a elecciones cuanto antes", dijo el expresidente colombiano Álvaro Uribe.
El gobernador opositor venezolano Henrique Capriles denunció en Bogotá que en su país se ha dado un "Madurazo" y pidió a la OEA que convoque "de emergencia" al Consejo Permanente, mientras que el partido opositor Voluntad Popular (VP), al que pertenece el líder preso Leopoldo López, instó a retomar las movilizaciones de calle para "imponer la voluntad del pueblo". EFE