Los fondos de la reconstrucción de edificios afectados por el terremoto y que fueron absorbidos por el Ministerio de Finanzas deben ser devueltos y utilizados en ese fin.
Cuatro años y medio han pasado desde el trágico sismo que dejó pesar y destrucción en el país, con un mayor impacto en las provincias de Manabí y Esmeraldas. Desde entonces, los espacios donde estaban instituciones en Portoviejo, como la Contraloría, el Servicio de Rentas Internas y el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, por citar algunos, quedaron convertidos en terrenos vacíos.
Pero hay otros bienes, como los edificios del Ministerio de Agricultura y Ganadería y el ex Banco Ecuatoriano de la Vivienda que quedaron afectados y con posibilidades de reconstruirse.
En el caso del MAG, el dinero del seguro, que no fue utilizado en la reconstrucción del edificio, fue absorbido por el Ministerio de Finanzas y, por ende, destinado a otros fines.
Esta es otra deuda con la provincia,
derivada del sismo. De hecho, el gobierno, tanto el actual como el anterior, todavía tienen muchos puntos pendientes de cumplir a 53 meses del terremoto.
Los fondos que ha absorbido el Gobierno y que estaban destinados a reparar los daños del sismo deben ser devueltos y bloqueados. Mientras, es necesario que se establezca un plan para la reconstrucción.