Cierre vial en Santo Domingo afecta a comerciantes locales. Desde el viernes, cuatro tramos viales cercanos a la Terminal Terrestre de Santo Domingo permanecen cerrados, provocando una caída drástica en las ventas de los comerciantes del sector.
El viernes pasado, cuatro tramos viales alrededor de la Terminal Terrestre de Santo Domingo fueron cerrados al tránsito vehicular para la construcción de un paso a desnivel. Comerciantes de la zona reportan pérdidas significativas en sus ventas y muestran preocupación por la duración de las obras.
La construcción de un paso a desnivel busca descongestionar el tráfico. La obra tiene una inversión de $9,18 millones y un plazo de 13 meses.
Impacto directo en los vendedores
Rafael Zambrano, quien vende ensalada de frutas cerca del redondel de Monseñor Emilio Lorenzo Stehle, pasó tres días casi sin ventas desde que se cerró el paso vehicular.
“Estoy aquí de brazos cruzados por este encierro que ha habido. Claro, me ha afectado feamente. Una ventaja mía es que no pago arriendo, pero los negocios que sí lo hacen estarán en peor situación”, comentó.
Para mantener sus ventas, Rafael planea reubicar su puesto temporalmente en la avenida Esmeraldas, siguiendo recomendaciones de taxistas que conocen el flujo de clientes.
A las 11 de la mañana, su balde con frutas todavía estaba casi lleno, cuando normalmente a esa hora ya habría vendido la mayoría de productos.
Opinión de otros comerciantes
Juan Zambrano, propietario de un cibercafé en la avenida Abraham Calazacón, señaló que el Municipio no realizó un análisis previo del impacto en el comercio.
“Estas decisiones deben hacerse con planificación estratégica que no afecte al sector comercial. Aquí hay más de 100 locales que dependen del tránsito vehicular, y ahora todo está apagado”, indicó.
El análisis de ingresos de estos días refleja una caída significativa: de un 80% de ingresos positivos antes del cierre, ahora apenas llegan al 30%.
Juan agregó que sin medidas de impulso o incentivos, la situación podría obligar a algunos comerciantes a buscar alternativas o incluso abandonar la zona temporalmente.
Perspectiva de los jóvenes comerciantes
Yusselín Casique, quien atiende un puesto de chocobananas, explicó que las ventas han caído a más de la mitad desde que se cerró la circulación vehicular.
“Estamos empezando apenas hace un mes. Mi jefe ya está pensando en cambiar de lugar, porque no se está vendiendo nada. Cuando había paso vehicular, sí había movimiento, pero ahora las ventas son mínimas”, afirmó.
La situación obliga a los vendedores jóvenes a evaluar nuevas estrategias o reubicaciones temporales para mantener ingresos durante el tiempo que duren las obras.
Impacto general en la zona
Los comerciantes coinciden en que el cierre vial afectará la economía del sector durante aproximadamente un año, que es el tiempo estimado de la obra.
La caída de clientes genera preocupación sobre la viabilidad de los negocios, especialmente aquellos que dependen directamente del tránsito vehicular constante.
La falta de acceso a las calles limita la afluencia de clientes a tiendas, ciber cafés y puestos ambulantes, afectando de manera directa los ingresos diarios.
Medidas y expectativas
Rafael Zambrano espera que los clientes puedan acceder a su puesto aunque haya restricción vehicular, mientras considera trasladarse temporalmente a otra ubicación más transitada.
Juan Zambrano enfatizó la necesidad de estrategias que mantengan la actividad comercial y eviten una pérdida total de ingresos.
Yusselín Casique y su jefe planean reubicar el negocio si las ventas no mejoran, buscando zonas con mayor afluencia de clientes.
La obra del paso a desnivel representa un desafío económico y logístico para los comerciantes del sector, quienes deberán adaptarse y planificar alternativas de venta durante todo el periodo de construcción.