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La Contraloría General del Estado (CGE) determinó que 659.736 metros cúbicos de aguas residuales fueron descargadas al mar en la Isla San Cristóbal en Galápagos, por la paralización de la planta de tratamiento de aguas residuales y la falta de medidas correctivas para su reparación.
La entidad de control auditó la emisión de las resoluciones de emergencia de la planta y las contrataciones, entre agosto de 2019 y diciembre de 2020, para solventar la situación.
El informe señala que las autoridades municipales no ordenaron medidas para dar mantenimiento oportuno a los sistemas de impulsión, descarga y estaciones de bombeo, provocando el daño de la bomba sumergible central y la paralización de la planta de tratamiento de Puerto Baquerizo Moreno.