El cambio de clima es la época propicia para que los virus y bacterias de las enfermedades respiratorias como la gripe, el resfriado común y también la covid hagan acto de presencia.
Y más aún con la presencia de la variante ómicron.
Y cuando llegan pueden genera cierta sorpresa que, unida a la dificultad de diferenciar si se trata de un simple resfriado, de la gripe o la covid puede generar una alarma innecesaria.
Los síntomas de covid, gripe y resfriado
A la hora de diferenciar las tres afecciones, es importante conocer sus principales síntomas, si bien se debe tener en cuenta que la vacunación contra la covid-19 ha hecho que muchos casos sean leves y con sintomatología muy similar.
Los resfriados comunes
Se caracterizan por los típicos estornudos, algo de tos, mucha mucosidad, congestión nasal con moco fluido, picor de garganta y ojos llorosos.
Aunque también hay malestar, el cansancio suele ser leve o moderado y la fiebre es inusual o baja.
“Si en este caso aparece también tos persistente, dolor de cabeza o fiebre algo más alta, no necesariamente se trata de covid-19 o gripe, pero sí es útil realizar una prueba PCR o un test de antígenos, que nos proporcionará una respuesta sin tener que acudir a nuestro centro de salud”, asegura Julio Maset.
“Si es positivo, deberemos aislarnos y contactar con los servicios sanitarios de nuestra comunidad autónoma”, subraya.
La gripe
Suele cursar con síntomas como fiebre alta, dolor muscular y de cabeza, cansancio intenso, debilidad y malestar general, muchos de los cuales son también característicos de la covid-19.
Por este motivo, “sin pruebas adicionales, la gripe es prácticamente imposible de distinguir de la infección por covid-19. En este caso, la única manera de descartarla es con un test -explica el experto-. Si aparece fiebre alta, fatiga al respirar o dolor torácico, se debe acudir al médico. Y, de nuevo, si el resultado del test es positivo, debemos permanecer aislados y contactar los servicios sanitarios de referencia de nuestra comunidad”.
El test puede ser de antígenos que se compra en farmacias o una prueba PCR que se realiza en un laboratorio.
En general, los síntomas de estas infecciones respiratorias pueden aliviarse con reposo, una correcta hidratación y los medicamentos adecuados, que deben ser prescritos y dispensados por los profesionales sanitarios.
“Lo más importante es tratar los síntomas y frenar la propagación de la infección. Para ello, no debemos relegar al olvido hábitos que han formado parte de nuestro día a día desde la llegada de la pandemia, como lavarnos las manos con frecuencia. Y, en caso de resfriado, usemos la mascarilla por incómoda que sea, cuando estemos con otras personas, y evitemos el contacto directo con ellas, ya que no deja de ser una infección molesta y muy transmisible”, recomienda el experto de Cinfa.
Consejos para evitar los virus respiratorios
- Despeja dudas con un test cuando sea necesario. Si hay mucosidad, estornudos y ausencia de fiebre, se trata probablemente de un resfriado común, pero, si aparecen fiebre baja, dolor de cabeza y tos persistente, puedes recurrir a un test de antígenos. En caso de fiebre superior a 38 grados, fatiga al respirar o dolor o sensación de opresión en el pecho consulta al médico, sea el test positivo o no. Si es positivo, aíslate y contacta con los servicios sanitarios de tu ciudad.
- Usa las mascarillas en los espacios interiores. Esta medida no es solo útil para protegerse contra la covid, sino también para evitar la propagación de gripe y resfriado. En caso de que tengas síntomas, llévala también cuando estés con más gente, tanto dentro de casa como en exteriores.
- Lávate las manos con frecuencia. Hazlo con agua y jabón durante al menos quince segundos, poniendo especial atención a la zona entre los dedos y debajo de las uñas, y siempre que tosas o estornudes en la mano desnuda -intenta hacerlo en el codo-.
- Ventila adecuadamente la casa. Al igual que en tu local u oficina, abre las ventanas a menudo y durante el tiempo suficiente. Si estás acatarrado, también es muy aconsejable que extremes la limpieza y limpies las superficies de la casa con productos antibacterianos.
- Huye de los ambientes fríos, húmedos o con humo. Dado que estos virus prefieren las bajas temperaturas y la humedad, evita la exposición prolongada al frío, así como cambios bruscos de temperatura. Deja de fumar, porque el tabaco irrita todavía más la garganta y las mucosas, al igual que respirar el humo de otros fumadores.
- Incorpora vitaminas y minerales en tu dieta. Las frutas y verduras son fuentes de vitaminas y minerales que ayudan a desarrollar defensas. Potenciarlas en tu alimentación ayudará a recuperarte más rápido, así como a prevenir recaídas.
- Bebe líquido con frecuencia. Agua, jugos y sopas no demasiado calientes ayudan a eliminar la mucosidad, previenen la deshidratación y alivian el dolor de garganta. Evita las bebidas excesivamente frías y las bebidas alcohólicas, sobre todo porque pueden producir una falsa sensación de calor y exponerte al frío.
- Haz gárgaras con agua caliente y limón y miel. Su acción emulgente calma el dolor de garganta. A pesar de la creencia popular, es preferible emplear agua frente a la leche, ya que los lácteos pueden aumentar la mucosidad. También los lavados nasales con espray de agua marina y las aspiraciones con vahos de eucalipto pueden aliviar la congestión nasal.
- Guarda reposo cuando estés enfermo. Dormir las horas necesarias, al menos siete u ocho diarias, permite que el organismo recupere fuerzas, especialmente si se presenta fiebre.
- Si tienes síntomas y puedes, opta por el teletrabajo que se ha convertido en una opción para evitar la transmisión de los virus. Los niños tampoco deben acudir a la escuela mientras se prolonguen los síntomas. En general, es conveniente evitar el contacto con otras personas, sobre todo en interiores, y respetar la distancia de seguridad.