Una elevación salarial como la que ofreció en campaña el presidente de la República, en las condiciones actuales es desproporcionada para la realidad económica y productiva del país; sin embargo, podría ser viable en una economía en marcha, con reformas laborales que flexibilicen las normas de contratación de personal.
Para alcanzar un salario así, con un incremento equivalente al 25 % del valor actual, la economía debe ganárselo. Se trata de un salario en dólares, pagado con una moneda líder en América Latina, pero la productividad ecuatoriana no tiene liderazgo en el continente.
“Ecuador debe ganarse con productividad un incremento tan sustancial en los salarios”.
Uno de los factores para mejorar la productividad es una reforma laboral.
El actual Código de Trabajo es muy antiguo y, conforme evolucionan las condiciones sociales y económicas en el mundo, se ha vuelto anacrónico, mucho más en los días pospandemia en los que la dinámica de la economía obliga a ensayar modelos de trabajo sin exponer el patrimonio de las empresas.
La Asamblea tendrá que revisar y pulir la reforma propuesta por el Ejecutivo, pero en términos generales, Ecuador necesita una reforma laboral, societaria y tributaria para dinamizar la economía.
De lo contrario, subir el salario en una economía deprimida será un golpe de gracia para muchos.
Editorial de El Diario publicado este jueves 25 de noviembre del 2021 en nuestra edición impresa.