Compártelo con tus amigos:

El asesinato de dos policías en menos de una semana en el país no es una casualidad; es un síntoma del aumento de los niveles de inseguridad que se registran en Ecuador.

Los uniformados fueron asesinados, uno en un operativo para detener a una persona requerida por la justicia por un delito minero, en la provincia de El Oro; y el otro ayer, en un ataque a balas contra un destacamento policial, en Esmeraldas.

Lo que ocurre ahora es el resultado de un proceso en el que, según las fuerzas del orden, han intervenido grupos relacionados con la criminalidad a escala internacional. Es un problema sistémico, con muchas raíces y variados síntomas.

“Pese a la vigencia de un estado de excepción, la acción delictiva no se ha reducido”.

A pesar de la vigencia de un estado de excepción, la acción de la delincuencia no se ha reducido a ningún nivel; por el contrario, a diario se conoce sobre asesinatos, asaltos e, inclusive, secuestros que revelan cuán inseguros están los ciudadanos.

Hace falta una política de Estado que replantee el trabajo en materia de seguridad en el país y que involucre desde garantías para policías, fiscales y jueces hasta la reforma de leyes para asegurar un país en mejores condiciones para todos.

Editorial de El Diario publicado este lunes 13 de diciembre del 2021 en nuestra edición impresa.