Las agresiones y otras manifestaciones de violencia deben ser rechazadas por todos, vengan de donde vinieren.
En estos días, en que grupos que pretenden imponer sus puntos de vista por la fuerza en el país, promueven una marcha y movilizaciones, se ha denunciado una serie de agresiones contra manifestantes, policías, funcionarios públicos y periodistas.
El derecho a disentir y de manifestar la inconformidad contra un funcionario o institución está consagrado en la Constitución del país, pero la violencia no es la vía idónea para expresar el descontento.
No está bien que haya dirigentes que amenacen con radicalizar los ataques si el Gobierno no cede ante sus pretensiones.
“La violencia no es la vía idónea para expresar el descontento”.
Se insiste en que, frente a la transigencia, lo que el país requiere es un diálogo constructivo y sincero, despojado de intereses grupales o individuales; que se unan esfuerzos por sacar adelante a Ecuador, que atraviesa días críticos por la agudización de la pobreza y los problemas políticos.
Las posturas cerradas no van a solucionar nada; más bien, aumentan las brechas y cierran las oportunidades de solucionar los conflictos.
Por el bien del país, es tiempo de que se piense en el bienestar general y se escuchen las opiniones de todos los bandos para que la única postura sea la del consenso y el trabajo colaborativo.
Editorial de El Diario publicado este martes 21 de junio del 2022 en nuestra edición impresa.
